DESDE EL SÓTANO
Nº: 58 . 3ª época. Año III
Piedras estelares Por: Kennell
 

Piedras Estelares

Las piedras estelares son una rareza de la galaxia y pocas personas pueden decir realmente que hayan visto alguna, aunque hay muchos que afirman haberlo hecho. Las piedras tienen un intenso color verde y son muy frías al tacto. Están catalogadas como piedras semipreciosas, pero dada su rareza alcanzan precios astronómicos. De hecho, desde hace muchos años ninguna de estas joyas ha salido al mercado, por lo que es muy difícil darles un valor aproximado. Si un diamante especialmente valioso puede estar en torno a los 500.000 estándar, una piedra estelar de gran tamaño, unos 25 centímetros, podría alcanzar diez veces ese precio, aunque poca gente podría pagarlo.

la piedra estelar

Una de sus cualidades más extrañas es que poseen cierto campo magnético que se orienta a determinados puntos de la galaxia de forma periódica. Fueron muy valoradas por los antiguos navegantes espaciales porque esta cualidad las convertía en una especie de brújula del espacio. Sin embargo, los avances tecnológicos lo han dejado como una curiosidad científica, pero eso no ha hecho que pierdan su valor.

Las piedras son muy frágiles y hay que tratarlas con mucho cuidado. Su fragilidad hace imposible tallarlas, pero algunos joyeros se han hecho famosos engarzando algunos de los ejemplares más pequeños en camafeos, broches o colgantes.

Existen muchas leyendas sobre a las piedras y a su origen y en algunos planetas se han desarrollado cultos religiosos en torno a ellas. Y muchos viajeros del espacio creen que encontrar una de estas piedras es sinónimo de buena fortuna. De todos los rumores en torno a este objeto, hay dos que parecen más verosímiles: el que dice que las grandes fortunas de la galaxia han empezado con el descubrimiento de una de estas piedras y el que señala que las piedras siempre indican la dirección a un planeta cromter.

Más allá de los rumores.

Aquellos que saben la verdad, no llaman a las piedras igual que el resto de la gente. Para ellos, se llaman piedras Yum. No tienen un origen geológico y es por eso que poca gente ha podido encontrarlas en planetas habitados (aunque los planos señalando yacimientos de piedras estelares son algo habitual en la picaresca espacial). Su origen, y por eso deben su nombre, es el pájaro Yum. Este animal espacial, de origen desconocido, en realidad tiene una forma más similar a un murciélago, incluso son de color negro. No se sabe por qué, pero pasa su vida emigrando de un punto de la galaxia situado en el espacio iroiendi a otro situado en el espacio de la R.F.P., aunque cerca de la Federación. Recorre las distancias estelares a ritmo muy lento y aunque son longevos, se cree que el pájaro Yum nunca sobrevive a un segundo viaje de ida y vuelta. Se desconoce también cuáles son sus hábitos alimenticios y cómo puede sobrevivir al frío del espacio. Lo único constatado es que su ruta de emigración pasa por todos los planetas cromter y mucha gente cree que la solución al enigma de la dispersión cromter por la galaxia está en estos animales.

Las piedras Yum crecen de forma natural en los pájaros Yum. Son una especie de depósitos que se van acumulando en su sistema excretor y se cree que adquieren sus propiedades magnéticas debido al sistema de orientación de los animales. Estas piedras, cuando crecen mucho, suelen ser la razón de la muerte del pájaro que abandona la ruta de emigración para ser arrastrado por la gravedad de alguna estrella. En algunos pocos casos, el pájaro cae a un planeta sin atmósfera (o con una muy débil) y las piedras Yum sobreviven a la caída para el afortunado que las encuentre. Afortunadamente, poca gente sabe el proceso de creación de las piedras porque si no, el pájaro Yum se habría extinguido hace tiempo.

Los Yum jóvenes pueden expulsar piedras de pequeño tamaño (menor de un centímetro). Muchas flotarán por el espacio casi indetectables, pero unas pocas consiguen llegar a los planetas sin destruirse en el proceso.

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