DESDE EL SÓTANO
Nº: 119 . 3ª época. Año III
Veneno de Melón Por: Olef, hijo de Oleg
 

Veneno de Melón

Desde hace mucho tiempo, los habitantes de Pangea conocen una bebida fermentada elaborada a partir del melón. Estos se dejan madurar un poco más de lo normal, luego se abre una cata por la que se introduce caña de azúcar machada. Se vuelve a cerrar el melón, se ata con hojas grandes y se entierra en algún lugar sombrío durante algunos meses. El resultado, tras triturar el contenido del melón en un matraz, es una bebida ligeramente alcohólica, dulce y con mucho sabor a melón. En las zona del sur es muy apreciada en los días de calor.

El veneno de melón se elabora de una forma similar, pero en vez de introducir caña de azúcar, se coloca grasa animal más algunas hierbas secretas sólo conocidas por los chamanes más veteranos. Es un secreto que guardan celosamente y que sólo trasmiten cuando presienten que su fin esta cerca o cuando encuentran un aprendiz digno de ello. Esta hierbas, naturalmente, son venenosas e impregnan la pulpa del melón con su letal espíritu.

Tras el proceso de fermentación, el melón se abre y se deja secar al sol, eso hace que se evapore el alcohol deja una masa blanquecina que los chamanes machacan hasta convertir en polvo. El polvo suelen guardarlo en bolsas fabricadas con piel gruesa de animales con una boca hecha con tallo de caña y un tapón de tela.

Este extraño recipiente se utiliza en los momentos de la caza porque el veneno del melón tiene la virtud de hacer más graves las heridas provocadas por armas cortantes. Es decir, su acción es tan ponzoñosa que un rasguño se convierte en una herida leve, éstas en una grave y éstas en una mortal. Una víctima herida mortalmente con una arma de filo impregnada con polvos de veneno de melón morirá automáticamente.

Por fortuna, el veneno de melón no emponzoña el arma de forma permanente. Tras el primero golpe exitoso a la víctima, el veneno perderá su efecto. Además, pasados unos latidos, el veneno se habrá caído del filo del arma y tampoco tendrá efecto. Lo que hacen los cazadores, y de ahí el extraño recipiente en el que se lleva el veneno, es mojar la punta de la lanza (o de la flecha) un poco antes de lanzarla (o dispararla). Es habitual que dejen la bolsa con el tapón abierto a sus pies, "mojen" la lanza y luego la levante y lancen. Los arqueros suelen llevar el recipiente en el cinturón. Puede funcionar en armas de filo, pero no son muchos los guerreros que tienen oportunidad de envenenar su arma poco antes de un combate.

El veneno de melón tiene un uso medicinal, ya que si se espolvorea una herida que ya no esté sangrando con él, mejorará la cicatrización y reducirá el tiempo de curación en un día. Eso sí, si la herida aún sangra, el paciente tardará el doble en curarse.

Las fuentes no son claras respecto al origen de esta sustancia. Algunos creen que es un invento tikki, pero nada, salvo la maledicencia contra esta raza de Pangea, sustenta esa opinión. Es más probable, dado su uso, que tenga su origen en el pueblo dwandir y que ellos se lo enseñaran a otras razas de Pangea, como los medwan y los tikki.

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