Las cubetas dwaldur
La fabricación del hierro con el que los dwaldur hacen sus armas y objetos es uno de los mayores secretos de esta raza, pero, al parecer, no les importa que se conozca uno de los instrumentos que utilizan para su elaboración: las cubetas dwaldur. También es cierto que se utilizan para otras muchas cosas y que incluso hay chamanes de otras razas que las utilizan.
Las cubetas dwaldur son dos cubos de diferente tamaño donde el pequeño encaja en el grande y deja una separación con el mayor. Esta separación, la distancia, no es importante y depende más del modelo y de la forma de fabricación de la cubeta. Algunas están talladas en piedra, otras en madera y algunas están hechas de arcillas secadas al sol.
Los dwaldur suelen ser bastante pragmáticos con las cubetas y no las adornan, pero los chamanes sí pueden incluir algunos adornos geométricos o naturales en la parte exterior de ambos cubos.
Las cubetas se utilizan para distinguir el material que compone una piedra (u otro objeto). Para ello, se llena el cubo interior de agua hasta que esta queda al ras con el borde, se pesa la piedra y se introduce en el agua del segundo cubo con cuidado de no salpicar. En función del peso y del agua derramada en el cubo más grande, los maestros artesanos dwaldur pueden conocer la composición de la piedra y saber si será buena para trabajarla o no.
Los chamanes no dwaldur las utilizan de forma similar, aunque los materiales que buscan son diferentes. Se dice que un chamán entrenado es capaz de saber, mediante las cubetas dwaldur, si una piedra de sílex tiene agujeros o imperfecciones que la vaya a hacer menos poderosa.
Las leyendas dicen que el agua del cubo interior representa a Taga y que el agua derramada es su fortaleza llegando a Pangea. Cuanto más Wukran (debilidades) haya en la piedra, menos agua llegará a Pangea (el cubo exterior).
No son instrumentos que se puedan comprar o intercambiar. Cada chamán fabrica el suyo propio cuando da el paso de aprendiz a chamán de una comunidad. Esas cubetas le acompañarán el resto de su vida, salvo que decida construirse otras de mayor tamaño o calidad. Es raro que esto ocurra porque no es un equipo de uso habitual en los rituales chamánicos y hay que ser muy diestro, tener mucha experiencia, en su uso.
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