DESDE EL SÓTANO
Nº: 243 . 3ª época. Año III
Luces, crimen, ¡acción! Por: Francesc Almacelles
 

Luces, crimen, ¡acción!

[C]Semilla de aventura para Rol Negro

Cunia se viste de humo y novela negra. Durante siete días, el crimen se convierte en arte. La Semana Cunia Negra llena auditorios, librerías, cines y bares de actos culturales, presentaciones de libros, mesas redondas y pases de películas clásicas. Es un evento popular que arrastra a turistas, aficionados del género y, por supuesto, a toda clase de carroña cultural y criminal que ronda donde hay focos encendidos.

Y este año la cosa ha empezado… rara.

La ciudad ha organizado por todo lo alto el festival más importante de novela negra del país. Esta edición cuenta con varios invitados internacionales: escritores famosos, directores de cine, periodistas de investigación y hasta algún ex-agente reconvertido en autor de biografías dudosas.

Los actos se celebran en distintos puntos de la ciudad: el Centro Cultural, donde se inaugura el festival con la proyección de una película de culto; la Universidad Pública de Cunia, con ponencias sobre crimen real y ficción; y La Taba, un bar literario que organiza lecturas dramatizadas de relatos criminales, casi siempre entre alcohol y humo de tabaco mal apagado.

La noche del segundo día del festival, uno de los invitados estrella -Sandro Guillot, escritor franco-español de renombre con varios premios literarios y una reputación de enfant terrible del noir europeo- desaparece sin dejar rastro.

Su última aparición pública fue una mesa redonda sobre "La Verdad en la Ficción", donde hizo comentarios provocadores sobre casos reales de corrupción política y desapariciones de testigos. Algunos se lo tomaron como un simple show mediático… pero hay quien dice que esa noche ya parecía nervioso.

No acudió a la cena oficial con el resto de autores. Su habitación en el hotel está intacta, pero su móvil fue hallado tirado en un callejón cercano al Cine Metropol, a tres calles del lugar donde se celebraba la charla. En el callejón también se encontró una nota manuscrita ilegible, manchada de lo que parece tinta negra o sangre.

Y no, de momento la policía no quiere darlo por desaparecido oficialmente.

La mesa de juego puede implicarse por diferentes motivos:

  • Contratados: alguien cercano a Guillot (una amante secreta, su agente literario, un editor con mucho dinero invertido) contrata a los PJ para encontrarlo antes de que el escándalo estalle
  • Testigos circunstanciales: estaban en la charla o lo vieron marcharse del evento. Quizá incluso uno de ellos cruzó una mirada inquietante con Guillot antes de que desapareciera
  • Clientes encubiertos: tal vez Guillot investigaba algo real que alguien quería ocultar, y ahora los PJ tienen la única copia de sus notas (o su grabadora)
  • Impulsados por la curiosidad o la reputación: la desaparición de una figura pública durante un evento cultural es demasiado jugosa como para no hurgar en ella

Algunas posibilidades que puede explorar la Dirección de Juego podrían ser:

  • Guillot no ha desaparecido: ha sido secuestrado, o se ha ocultado voluntariamente para evitar represalias tras haber descubierto una trama de corrupción o tráfico
  • La desaparición encubre un asesinato ya cometido, y el cuerpo todavía no ha aparecido… o ha sido reemplazado por otro
  • El escritor formaba parte de algo mayor: una red de chantaje, un grupo clandestino o incluso una investigación privada sobre algo que salpica al festival
  • Hay elementos extraños en el caso: códigos ocultos en sus libros, referencias cruzadas en sus novelas con casos reales no resueltos de Cunia, o una conexión con otro autor muerto hace años
  • Las instituciones implicadas no quieren escándalo: la policía mira a otro lado, los patrocinadores presionan para que todo siga como si nada, y hay quien preferiría que no se remueva el asunto

La Semana Cunia Negra ofrece un entorno perfecto para una aventura de investigación con sabor a clásico: ambientes oscuros, gente con demasiadas máscaras, y un crimen que puede ser tanto una puesta en escena como una tragedia real. Los jugadores tendrán que moverse entre libreros, cinéfilos, escritores con pasado turbio, blogueros frikis que lo saben todo y policías que están demasiado ocupados con la seguridad del evento.

Todo mientras la ciudad sigue celebrando entre copas, tinta y cadáveres invisibles.

¿Y si esta desaparición no es la primera?

¿Y si Guillot sabía demasiado sobre Cunia…?

¿Y si esta vez, la ficción se ha cobrado su precio?

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