DESDE EL SÓTANO
Nº: 241 . 3ª época. Año III
El Cosplay y su poder en el rol Por: Juan Becerril
 

El Cosplay y su poder en el rol

Quienes ven partidas por Internet pueden encontrarse con contenido de una calidad envidiable: estudio de grabación, varias cámaras, distintos enfoques, material digno para la ocasión, overlays, edición al milímetro, disfraces o cosplays… De lo último irán las siguientes líneas. Pero no hablaremos de las partidas publicadas en las distintas plataformas de contenido; el enfoque estará en las sesiones privadas que muchas mesas de juego tienen.

Porque esas horas de contenido que ofrecen los creadores de contenido se ven bien, y es posible replicar su modus operandi. ¿Por qué no disfrazarse?¿Por qué no hacer cosplay de cada personaje para conseguir una inmersión mayor? Anda que no mola visualizar en la cabeza una partida en la que cada persona del grupo va con un disfraz… Hay una cosa que es verdad: ir disfrazado encauza y facilita la inmersión.

Desde mi experiencia como Director de Juego, puedo corroborar que mis jugadores empiezan con otras vibras la partida si uso cosplay. Incluso me lo han comentado ellos mismos, quienes agradecen y reconocen que van más mentalizados una vez ven de qué palo voy. La imaginación fluye y vuela con más rapidez, y eso ayuda especialmente a esa gente más tímida que le cuesta arrancar en entornos desconocidos.

No todo el mundo quiere disfrazarse, ni todo el mundo tiene los medios para un cosplay completo. Tampoco es necesario ir haciendo el indio de cuerpo completo, ni conseguir el atrezzo de la mejor calidad. Ahora, si la posibilidad existe y hay ganas, ¿por qué no hacerlo? Una de las cientos (o miles) de cosas bonitas que tiene el rol es que es un hobby, una afición en la que todos los miembros de una mesa de juego comparten los momentos y la diversión. Nadie va a juzgar a nadie por ponerse un cosplay rolero. Todos los detalles y extras que se quiera aportar es un plus al gozo global.

Tampoco es una cuestión del papel que cada uno tenga en la mesa, cualquiera podría hacerlo. Director de Juego y jugadores tienen la posibilidad de sumar añadiendo la variable del cosplay en las sesiones. Da igual que lo haga el Director de Juego, alguno o algunos de los jugadores, todos ellos, o la totalidad de la mesa. Si una persona se lanza a la piscina, ya suma (aunque si lo hiciera todo el grupo lúdico sería un sueño húmedo digno de imaginar).

Imaginemos el siguiente ejemplo: tienes delante a tu amigo Juan, que lleva el Cosplay de su personaje, y no estás visualizando a Juan, estás delante de su personaje Elmin el Esquivo. El poder de la imaginación juega a tu favor gracias a tu amigo Juan. El Director de Juego puede ayudarse narrativamente de la vestimenta de Juan, pues sus frases y descripciones se nutrirán de lo que se ve de su jugador disfrazado. Siguiendo el mismo ejemplo, situemos a Juan detrás de la pantalla, ejerciendo de Director de Juego de la sesión. Juan va disfrazado para interpretar a uno de los personajes no jugadores; eso permite a sus jugadores ver directamente a ese personaje secundario, por lo que la descripción del mismo por parte de Juan se puede limitar a mostrarse a sí mismo.

[F]Imagen de una partida real.

Sin embargo, hay que mencionar un hecho que no se puede ignorar: un cosplay puede ser caro. Algo de atrezzo es asequible, pero un traje de cuerpo completo con todos sus accesorios puede costar tranquilamente más de cien euros. Limitar el gasto a solo la ropa podría suponer un guantazo pequeño en la cartera, pero hay que mirar bien dónde comprar; Internet suele ser más cómodo que buscar tiendas locales, pues para esta cuestión no hay muchos proveedores.

Otra cuestión es encontrar el cosplay perfecto, pues dependiendo de la ambientación que se vaya a jugar, hay más facilidad para encontrar ítems relativos. ¿Ambientación de fantasía? Es de lo más común en el LARP y el cosplay, hay muchas tiendas especializadas; puede ser fácil hallar un buen disfraz. ¿Ambientación futurista? Puede que sea más complicado comprar o crear algo. ¿Ambientación histórica? Dependerá incluso de la fase histórica que se juegue: no es lo mismo la Segunda Guerra Mundial que las Guerras Napoleónicas.

Breve apunte: aunque suene obvio, no todos las cuestiones son cómodas para todos los públicos, incluso entre amistades cercanas. Por poner un ejemplo polémico, ir con uniforme nazi de las SS puede no ser la mejor idea.

Ante todo, hay un componente importante que entra en todo esto: la vegüenza. Si hay timidez y vergüenza de por medio, el plan cosplay "peligra". Y no pasa nada. Se puede jugar a rol sin cosplay (la mayoría de partidas se juegan sin cosplay, no tengo pruebas, pero tampoco dudas). Ahora, en los círculos de amistad no debería nadie juzgarnos por ser nosotros mismos. La vergüenza se puede quedar en casa si las partidas son con gente de confianza.

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