Veneno
Aventura muy breve para colocar en medio de una campaña de otra aventura más larga, a modo de anécdota.
Una de las juntas locales gallegas ha enviado a los personajes en alguna misión, como recaudar impuestos, llevar una carta nombrando un jefe militar, imponer el orden en una aldea…
Se encuentran con un desconocido, muerto. A pesar de llevar ropas de carácter ilustrado y hasta afrancesado, la moneda que lleva y el equipo le hacen parecer español. Lleva consigo tinta, papel y pluma, pero parece haber sido despojado de cualquier cosa que llevara escrita, solo le quedan algunas hojas en blanco. Muerto por envenenamiento y está claro que había compartido una comida con alguien recientemente.
Llegad a una aldea cercana. Rumores de una anciana que prepara pociones de todo tipo, que vive en el bosque y que se vale por sí misma incluso para cortar leña. Si la vigilan, verán de lejos que está acompañada por una joven hermosa pero fuerte. La propia anciana, de hecho, parece cojear y moverse con dificultad.
El muerto resulta ser un escritor que se alojaba en la aldea, en casa del ganadero más rico (lo que en ese contexto no es mucho). Él y su esposa les ofrecen a ellos alojarse en la misma habitación.
Allí si pueden encontrar textos amorosos en los que parece dirigirse a una mujer misteriosa que le visita por las noches y parece entrar a través de las paredes.
La realidad es que con la que tiene un asunto es con la esposa del ganadero. El ganadero se hartó y le puso veneno en el anís que siempre se llevaba consigo. La hija de la anciana se llevó el anís y los papeles con los últimos versos del poeta, en los que se veía más claramente quién es la verdadera adúltera, quien entraba en la habitación a través de una puerta escondida tras del armario.
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