DESDE EL SÓTANO
Nº: 154 . 3ª época. Año III
Doctes Por: Rubén Ramos
 

Docte

Los docte son una de las razas principales de la Federación. Mantienen una posición predominante dentro del panorama político de su región debido a una férrea disciplina y una capacidad absolutamente asombrosa para analizar situaciones y responder ante ellas de manera rápida, concisa y efectiva.

Los docte tienen fama de ser los seres con menos empatía de la galaxia. Su sociedad, basada en estrictos cálculos matemáticos y estadísticos para lanzar proyecciones de futuro exitosas a largo plazo, les ha llevado en innumerables ocasiones a tomar decisiones que en ciertas sociedades se consideran monstruosas. Es famoso el ejemplo del año 3567 en la que dejaron morir a los habitantes de varias estaciones espaciales para así contener, de una vez por todas, los brotes de peste calenda (una forma especialmente virulenta y salvaje de la gripe) en su imperio. Por supuesto, tras la decisión, bombardearon las estaciones porque habían llegado a la conclusión de que les era más barato reahacerlas de cero que arriesgarse a una limpieza que quizás no saliera bien.

Son fríos y desapegados, es cierto. Toda su vida se basa en la absoluta racionalidad encaminada a obtener el mayor beneficio para el colectivo en primer lugar y para el individuo en segundo lugar y si es posible crear el menos sufrimiento. No evitarlo (eso es imposible) pero sí minimizar el impacto.

Su aspecto físico no ayuda a mejorar esa impresión. Su aspecto siniestro (una babosa gigantesca con una dentadura nada amigable no ayuda a crear una imagen precisamente bucólica) les crea problemas para una total y completa interacción con la mayoría de las razas. Además, los emtradre no traducen del todo bien sus señales, por lo que el margen de hacer algo erróneo aumenta.

Por ello, hace mucho tiempo decidieron utilizar robots y androides para esas tareas. Por lo general, los construyen de tal manera que recuerden vagamente a la figura de la raza que representan, pero nunca que sean una réplica exacta. Los humanos, por ejemplo, se sienten incómodos ante ese tipo de robots al igual que los sheller. Controlan a los robots de manera remota, con uno o varios docte conectados a la vez.

A pesar de lo que se dice, los docte no sueltan babilla o mucosidad al arrastrarse, ni están cubiertos de limo baboso. De hecho, son bastante suaves y cálidos al tacto (como un gato Sphynx). Su motricidad se debe al poderío de su musculoso cuerpo para arrastrarse.

Debido a ese cuerpo, cosas como las escaleras son algo virtualmente desconocido. Por el contrario, rampas y trampillas amplias son una imagen habitual en sus construcciones. Algo que agradecer mucho los Ielserkaren.

Hablar con un docte en ocasiones es un dolor de cabeza ya que son bastante impermeables a ironías, burlas o enfados. Saben que se producen y ellos mismos tienen esas reacciones, pero dado que mostrar emociones en público es un anatema, no suelen dejarse influenciar por ese tipo de reacciones.

Les encanta, en su tiempo libre, dedicarse a juegos de lógica y a dormitar cómodamente en lugares subterráneos. Es una manera de recargarse las pilas tras semanas o meses de trabajo continuo. A los docte les encantan los espacios bajo tierra y su ambiente húmedo y oscuro. Consideran que es saludable y que genera beneficios a largo plazo para el individuo. De ahí que en sus planetas, se huya de aglomeraciones urbanas y la mayor parte de sus viviendas estén bajo tierra.

« Pág. anterior Subir Pág. siguiente »
Versión imprimible DeS. © Ediciones Sombra