La sabiduría del diplodrak1
El Espíritu Creador hizo a todas las bestias de barro y les insufló vida. Cuando terminó de crear al último, les preguntó si tenían alguna petición que hacerle.
Todos los animales realizaron sus peticiones por orden. Cuando le llegó el turno al Diplodrak, éste dijo:
- Gran Espíritu, me gustaría poseer sabiduría.
- Muy bien -dijo el Espíritu Creador-. Desde hoy ya no hablarás, pues los charlatanes son unos necios. En cambio, los sabios callan.
Por eso el Diplodrak lo ve y lo oye todo, pero nunca emite ningún sonido.
1 Relato basado en un antiguo cuento popular hadza (una tribu africana de Tanzania).
|