DESDE EL SÓTANO
Nº: 231 . 3ª época. Año III
Relojes de bolsillo Por: David García
 

Relojes de bolsillo

No hay nada más exquisito, lujoso y codiciado entre los miembros de las casas nobles de Eriloe que los relojes de bolsillo. Los hay grandes como manzanas y diminutos como uvas. Los hay de hierro, plata, cobre, oro. Los hay para guardar en un bolsillo o para llevar colgados al cuello. La mayor parte de ellos se han creado para marcar la hora, pero hay algunos que incorporan brújulas, incluso, en ocasiones, son brújulas que no señalan el norte.

El inventor de los relojes de bolsillo fue Binabik Tuercamate, un habilidoso gnomo ingeniero miembro del gremio de joyeros [20343 Ver]. A diferencia de lo que muchos creen los relojes de bolsillo de Tuercamate no tienen nada que ver con la magia. No son más que un conjunto de engranajes y maquinarias de cuerda que hacen funcionar el artefacto.

La delicadeza y precisión de los materiales usados para crear estos objetos hacen que alcancen unos precios que, en algunas ocasiones, son desorbitados. Existen tres tipos básicos de reloj a partir de los cuales se crea cada uno. Todos ellos se crean por encargo y cada uno de ellos es una pieza única en todo Eriloe.

El primero y más simple de los tipos de reloj Tuercamate es aquel que tan solo marca la hora. Por esta razón son también los más económicos (aunque en estos casos incluso el más económico cuesta casi lo que gana un trabajador medio en todo un año).

El segundo tipo es el que incorpora una brújula que marca siempre el norte. En estos casos los relojes suelen llevar una pequeña brújula pequeña en la corona.

El tercer tipo es aquellos que señalan algún tipo de cosa en particular. Por lo general señalan vetas de algún mineral magnético o cargado de magiones. Estos son algo más gruesos de lo habitual ya que requieren de una piedra que reacciones al mineral en cuestión. Este material reactivo se engarza en el interior del reloj y la forma en la que marca la dirección difiere en cada caso. Por ejemplo, las brújulas de cuarzo radiante [20362 Ver] señalan la dirección donde se capta la veta más cercana con una aguja como la de cualquier brújula normal. Otras, como la de la olivina resplandeciente [19562 Ver], indican la dirección brillando cuando se apunta hacia la fuente del mineral al que reaccionan.

Aunque en muchas ocasiones se ha intentado juntar en un mismo reloj más de una brújula distinta hasta el momento no se ha podido. Unas veces por que el tamaño de los relojes no lo permite y otras por que el sistema de una brújula interfiere en el de la otra.

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