DESDE EL SÓTANO
Nº: 217 . 3ª época. Año III
Campanadas a medianoche Por: Francesc Almacelles
 

Campanadas a medianoche

[C]Semilla de aventura para Rol Negro

La Pepica es una pequeña casa rural situada en la sierra sur de Cunia. Desde ella se distinguen tanto las luces nocturnas de la gran ciudad como el sol despuntando al alba sobre el Mediterráneo, o este mismo iluminado por la luna llena. Flanqueada por un bosque mediterráneo donde abundan los pinos, su enclave no deja indiferente a nadie.

Su limitado espacio conlleva que prácticamente cuando se alquila sea solo un grupo de personas quien ocupa la casa. Es muy difícil encontrar en un mismo momento a gente de diferentes grupos. Su poca capacidad y el maravilloso lugar en el que se enclava hacen que sea un sitio preferido por grupos de amigos o familia. Ya hace un tiempo que o alquilas con mucho tiempo la casa o despídete de pasar un fin de semana en ella. Te será imposible encontrar sitio. Las escasas cancelaciones que pueda haber las gestiona con prontitud la dueña, Josefa, con la lista de reservas. Lista que solo incluye a pocos grupos de toda la vida y de una gran confianza.

Los Surós son una empresa familiar cuniense que se dedica al transporte de materiales sensibles. Hace ya bastante que el negocio les va muy bien. Y para este fin de año tienen alquilada la casa rural. Piensan pasar este día 31, y el 1 de enero, rodeados de naturaleza. Son una gran parte de la familia y algún empleado, que llevan prácticamente desde los inicios con ellos. Un fin de año, apartados del ruido y el exceso navideño, rodeados por la gente de confianza.

La tarde del 1 de enero Josefa se acerca a la casa para proceder a adecentarla y dejarla lista para los próximos clientes. Le extrañó que no le llamaran para decirle que ya se iban y que, como siempre, todo había sido fantástico. Más se extrañó al llegar y ver que los coches aun estaban allí. Y se horrorizó al entrar dentro y encontrárselos a todos en el salón comedor, alrededor de la chimenea. Todos los cuerpo mutilados salvajemente, y la sangre estucando todas las paredes…

Podéis ser desde la policía encargada de la investigación, como la gente contratada por la poca familia que no acudió a la casa rural para encontrar a los responsables de la masacre.

« Pág. anterior Subir Pág. siguiente »
Versión imprimible DeS. © Ediciones Sombra