Día de la República '73

Cumpleaños del joven Wintell

[C]Palacio del Ducado Wintell

El duque ha tenido a bien agasajar a su joven heredero organizando una fiesta en el palacio ducal a la que ha invitado a todos los embajadores de la capital, así como a familiares, amigos y miembros del gobierno. Ha sido un gran evento político que ha causado gran expectación y algún revuelo. Los medios informativos no han podido asistir porque, según el portavoz del ducado, se pretendía que fuera un encuentro informal con el mínimo protocolo.

Había gran expectación por ver qué ocurría cuando el representante de las Colonias Libres se encontrara con el de la Baronía Hassel, pero, al parecer, el primero no pudo llegar por dificultades técnicas. Las naves de Hassel parece que han levantado un bloqueo a las naves que parten o intentan llegar a la zona. La del representante debió ser una de las interceptadas. Sin embargo, estamos seguros que el tema fue habitual en los corrillos de la velada.

La presencia de un representante de la 5ª flota fue muy comentada también. Es la primera vez que alguien de la RFP acude oficialmente a un acto en Wintell y parece que la relación entre ambos es más fluida que nunca. El contralmirante le regaló al joven una maqueta enorme de una nave de la clase Victoria y el joven solo tenía ojos para ella hasta que su padre le recordó que debía atender a todos los invitados.

Entre estos invitados también se encontraba el enviado de Martia, un robot diplomático que, hasta la fecha, solo se había visto en la desafortunada Adastra. Muchos asistentes mostraron su indignación por lo que consideraban un insulto al duque (los robots de forma humanoide no son muy bien recibidos en el ducado). Sin embargo, si se les preguntaba si hubieran preferido la visita de un verriano, la respuesta no era tan categórica.

El representante docte regaló al muchacho un ordenador de computación fractal en bucles paralelos que aunque no llamó la atención del pequeño, sí la de su padre. Y un sheller, que parece un asesor del gobierno ducal, le regaló unas zapatillas hechas de esparto ideales, según él, para caminar. Dice que es el regalo tradicional de su pueblo a los jóvenes cuando alcanzan la edad de empezar su propio camino.

El joven se retiró pronto con sus presentes no sin antes agradecer a todos su visita, pero los asistentes se quedaron bastante más tiempo. De lo que allí se habló nada se sabe, pero puede que nos sorprenda en los meses que están por venir.

[Trama Legado]

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