La Batalla por Leningrado
Hace no tantos años, la historia de la Segunda Guerra Mundial estaba contada por historiadores de los Aliados Occidentales. Además de las fuentes de sus propios países contaba con acceso a las fuentes alemanas. Los militares alemanes eran bastante metódicos y sus partes de guerra, a menudo, contenían una cantidad de detalles sorprendentes. Sin embargo, el punto de vista alemán, sobre todo en el frente del Este, no estaba completo. Y el punto de vista soviético generaba cierta sospecha. Los escribas no siempre contaban la realidad, por interés o por simple desconocimiento. Nuestra imagen del frente del Este estaba incompleta, con cierta intencionalidad por ambos bandos.
Todo cambió con la llegada de la perestroika y, sobre todo, con la desaparición de la Unión Soviética y el fin de la Guerra Fría. Pasaron muchos años, pero, poco a poco, los archivos militares de la Gran Guerra Patriótica (como ellos la llaman) fueron saliendo a la luz y un gran número de historiadores se abalanzaron sobre ellos para reescribir la historia de la Segunda Guerra Mundial. David M. Glantz, el autor del libro que reseñamos, fue de los primeros extranjeros y de los primeros en sacar documentación con una profundidad que nunca antes se había visto. La percepción de las batallas clave: Stalingrado, Leningrado, Kursk, etc. cambió, pero sobre todo introdujo en la historia un montón de operaciones menores que habían sido olvidadas por la historiografía oficial soviética (bien porque sus generales habían elegido el bando equivocado en las luchas de poder del Politburó, bien porque sus resultados no fueron buenos).
La Batalla por Leningrado es el último libro que ha caído en nuestra manos de este autor y en él se narra la historia del frente norte alemán desde el primer día de Barbarroja y sus espectaculares avances, hasta la ofensiva rusa de 1944 que les empujó a la línea Panther y alejó, para siempre, el peligro de Leningrado. Fijaros que el libro se llama la batalla POR y no DE. Esto es porque lo que se nos cuenta son todas las operaciones que tuvieron lugar para cercar la ciudad o para evitar que la cercaran. A diferencia de Stalingrado, las grandes batallas ocurrieron fuera de la ciudad.
Glantz es un escritor metódico y el libro es una detallada descripción de las unidades, oficiales y movimientos de tropas ocurridos durante esos 900 días de asedio (alguno más se cuenta). En ocasiones cuenta las intenciones de los oficiales, las contraórdenes del alto mando y lo que ocurrió realmente (que no se parecía a ninguna de las dos cosas anteriores). Y lo cuenta diciendo las unidades que participaban, quién las mandaba, bajo el mando de qué unidades estaba o que unidades de apoyo tenía. Es un libro para leer con un mapa de la zona e ir viendo los avances de cada unidad día a día y comprendiendo porque se desviaron al llegar a tal punto o porque no pudieron continuar. Aquellos lectores que gusten de estos detalles y de profundizar en las batallas a nivel operacional, les agradará este libro.
El libro está editado por Desperta Ferro. Es una editorial que ya ha aparecido en alguna ocasión en estas páginas (en especial con su revista) y que no nos cansaremos de recomendar. Este mes de septiembre cumplen 10 años de vida y se han convertido en un referente para los aficionados de la historia.
¿Y cómo aprovecharlo para Comandos de Guerra?
Además de como fuente de inspiración y descartando que quieras ser fiel históricamente en tus partidas con el nombre de las unidades (algo que no recomiendo), el libro aporta datos que pueden inspirarte para tus partidas: las raciones de la ciudad de Leningrado, como estaban organizados los partisanos (algo mejor que sus contrapartidas francesas), como eran las densidades de bombardeo artillero o aéreo. Son detalles que están jalonados a lo largo del libro, pero que pueden ser inspiradores.
Personalmente me ha gustado mucho un capítulo que el autor dedica a los avances soviéticos en Finlandia, ya en 1944, y cómo los finlandeses van retrasándose en las tres líneas de defensa. Es esta una parte de la batalla del frente del Este que no se trata con mucho detalle en los libros (no deja de ser un frente menor) y es interesante saber qué unidades estaban o no implicadas. O por ejemplo, dónde fueron los desembarcos anfibios. Quizá el próximo día D lo hagamos en Finlandia.
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