Clasificación de los presos en la Isla Diablo
Una vez el preso ha sido juzgado y condenado, normalmente pueden ocurrir varias cosas. Si la condena impuesta es de dos años o menos y no se tiene antecedentes penales, el personaje no entra en prisión. Si la condena es mayor, entonces el personaje entra en la Isla Diablo. Desde ese momento hasta que se sale de ella, si se sale, la vida que se lleva viene determinada por la Junta de Tratamiento.
La Junta de Tratamiento, compuesta de varios miembros pertenecientes a la prisión se encarga de estudiar la situación de cada interno, el tratamiento que les aplica a los condenados y las actividades que estos pueden y deben realizar, así como las asignaciones de 3º grado. En pocas palabras, son los que tienen la decisión sobre la vida que cada recluso va a llevar en la cárcel.
Gran parte de la decisión sobre cada recluso viene determinada por el grado que a su ingreso se le asigna, aunque estos grados no son fijos y varían de acuerdo a la actitud del preso en la cárcel. Este grado, que en principio le llega a través de los canales oficiales desde los juzgados puede ser cualquiera de los siguientes:
1º grado o de régimen cerrado: Este grado se aplica a los presos peligrosos o considerados de alto riesgo. Se les interna en módulos de aislamiento, ya que debido a su peligrosidad, no pueden disfrutar de una vida carcelaria normal. Suelen estar en dichos módulos 22 horas al día, pudiendo disfrutar únicamente de 2 horas en el patio, bien vigilados y fuera de las horas de patio del resto de los reclusos. Se evita que tengan contacto con otro recluso, ya sea de primer grado o de otro grado cualquiera. Todas sus comunicaciones están sometidas a vigilancia, y no pueden disfrutar de actividades lúdicas como el resto de los internos.
2º grado u ordinario: Es el grado que se aplica a la mayor parte de los presos de Isla Diablo. La vida que llevas está normalizada dentro de la cárcel, que consiste tres horas y media de patio por la mañana y dos horas por la tarde, la posibilidad de realizar actividades y de mantener algún tipo de comunicación.
3º grado o de régimen abierto: Este grado se aplica principalmente a políticos, personas influyentes, condenas mínimas, casos de enfermedad muy grave, reclusos que se encuentren en tratamiento de drogodependencia o similar y aquellos que hayan cumplido gran parte de la condena y les sea modificado el grado. Cuando un preso pasa a ser de 3º grado, se traslada al módulo de Ingreso, para posteriormente ser trasladado al Centro de Cumplimiento. En el Centro de Cumplimiento pasa a disfrutar de una serie de ventajas de las que no puede disfrutar cuando está en el Centro de Internamiento, como la posibilidad de trasladarse a Cunia durante el día, libertad en las comunicaciones con el exterior, etc.
Pasar de un grado a otro:
Los grados que clasifican a los presos no son inamovibles. Un preso puede varias de grado a media que su comportamiento en prisión varia de una u otra manera, al igual que va evolucionando el papeleo que realizan sus abogados (si los tiene) mientras se encuentra en la cárcel. Los cambios de clasificación de un preso se realizan de la siguiente forma:
De 3º grado a 2º grado: Esta variación es la menos deseada por todos los presos, ya que pasas de estar en semilibertad a volver a llevar tus huesos a la cárcel las 24 horas del día. Suele suceder cuando el preso realiza alguno de los siguientes actos:
- Durante la salida a la calle, no vuelve al finalizar el día y es apresado con posterioridad.
- Acumula una serie de retrasos sin avisar a la hora de volver al centro de Cumplimiento.
- En las analíticas, presenta pruebas de haber consumido estupefacientes.
- Es apresando realizando cualquier tipo de delito.
De 2º grado a 3º grado: El ansiado paso para todo preso. Conseguir el estado de semilibertad. Esto se consigue de la siguiente manera:
- Tener una enfermedad muy grave. Obviamente, esto no es deseable, pero es una de las formas de conseguirlo.
- Tener la cuarta parte de la condena cumplida, y que la Junta de Tratamiento estime oportuno que pases a dicho grado.
- Ser un político importante o una persona influyente.
De 2º grado a 1º grado: La vida del preso cambia de inmediato. Pierde casi todas sus libertades, y es muy difícil que un preso de 1º grado recupere el 2º grado. La mejor forma de realizar este paso es provocando un incidente grave, como puede ser:
- Asesinato de otro recluso o trabajador de la cárcel.
- Ejercer el papel de líder en un motín.
- Acumulación de intentos de fuga o de actuaciones violentas sin muerte.
- Tráfico de drogas.
- Acumulación de faltas medias y leves.
De 1º grado a 2º grado: Este cambio es casi imposible, y no depende de acciones que realice o pueda realizar el preso. En casi la totalidad de los casos, los presos que pasan de 1º grado a 2º grado se debe a intereses externos a ellos. Ver el siguiente apartado para ampliar la explicación.
Cunia Oscura - Clasificación de los presos en la Isla Diablo
Los tres grados de clasificación de los presos de la Isla Diablo, como el resto de la sociedad en Cunia, están manchados y manipulados por la corrupción y el poder que campa a sus anchas entre los muros de la prisión. Los hombres de algunas de las mafias de la Cunia oscura se encuentran entre los funcionarios y trabajadores de la prisión, lo que incluye a algunos de los hombres que pertenecen a la Junta de Tratamiento. Otros, los que más cambian en la Junta, son presionados o amenazados a realizar votaciones cuando en algún caso se necesita de ello. Esto hace que algunos cambios de clasificación vengan determinados por las necesidades de las mafias dentro de la prisión y su capacidad de pagar los honorarios (o presionar a las personas cercanas) de los miembros de la Junta.
Sin embargo, tanto las mafias como los funcionarios saben que algunos grados o libertades no se pueden conseguir sin haber realizado algunos periodos de tiempo mínimos, pues se arriesgarían a una inspección o cambio de personal entre los miembros de la Junta, lo que haría las cosas más difíciles. Por ejemplo, un asesino en primer grado no podrá conseguir el 3º grado en un mes, por mucho que los miembros de una familia lo desee, y es mucho más factible que dediquen sus recursos a conseguir que el juicio acabe a su favor (influyendo en los jueces, testigos, abogados o pruebas) a que lo hagan para cambiar el status de un preso.
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