DISTRIBUCIÓN DE ENERGÍA EN NAVES ESPACIALES.
La señal de colisión comenzó a parpadear aún con más intensidad. Parecía que iba a saltar del cuadro de mandos y salir volando por la nave con la intención de alejarse de ella y no estar presente cuando sucediese el inminente impacto. El misil iroiendi mostraba un perfil cada vez más grande mientras la nave gruñía del esfuerzo que le suponía acelerar para llegar hasta el sistema de defensa de la fragata que derribaría el artefacto enemigo. El capitán, una vez más, tomó el comunicador y abrió un canal con ingeniería. ¡¡Shereen, maldita urraca, necesito más potencia en los motores!! ¡¡No me importa de donde la saques pero la quiero YA!!
¿Quién no se ha visto nunca en una situación apurada en la que un pequeño porcentaje de velocidad extra habría supuesto la diferencia entre la derrota y la victoria? En este artículo cogeremos la hasta ahora inmutable distribución de energía de la nave y la alteraremos para que se adapte a la necesidad de la circunstancias.
Para empezar vamos a presuponer que el blindaje de las naves tiene una componente reactiva, como ocurre en muchos materiales de última generación como la malla supraceptora o la burbuja termoquinética. Este sistema de reacción ante impactos consume una cierta cantidad de energía que puede ser susceptible de modificación. Cuando se activa esta componente reactiva se dice coloquialmente que se está 'polarizando el casco'.
Así pues los sistemas que consumen energía en una nave son:
Armamento. Empleada en energizar las bobinas magnéticas que impulsan el proyectil.
Soporte vital. Aquí la energía se usa en mantener la gravedad artificial (ya sea por campo gravitatorio artificial o por rotación de los elementos de la nave), la calefacción de la nave y la renovación del oxígeno.
Blindaje. Tal y como hemos dicho, la energía se emplea en alimentar el sistema reactivo de este.
Motores. Principal gasto de energía, impulsan a la nave y la dotan de maniobrabilidad.
Un lector avispado habrá notado que no hemos mencionado el motor Faus-Caber. Eso se debe a que las naves están preparadas para reducir el consumo al mínimo cuando se enciende este motor, ya que necesita gran cantidad de energía. Por tanto, la energía asignada a este es la máxima que la nave puede generar y resulta poco recomendable reducir ese máximo, so pena de comprometer la estructura del campo y arriesgarse a dejar un buen trozo de la nave fuera del campo, con nefastas consecuencias.
Todas las naves tienen una configuración estándar o de equilibrio que es la óptima para su configuración. Esta es la configuración que corresponde con las puntuaciones que aparecen en el en EXO 3464. Para cambiar de configuración será necesario tener un personaje ocupando la posición de ingeniero o tecno, el cual deberá realizar una tirada de Operador de Impulsores con la que reducirá la asignación de energía de una sección para dársela a otra. Para volver a la configuración de energía estándar no es necesario realizar ninguna Tirada de Acción. Las consecuencias de variar los niveles de energía son las siguientes:
Armas
Aumento del nivel de energía: Para que el aumento tenga efecto debe mantenerse durante un mínimo de dos asaltos, mientras las baterías de las bobinas se cargan con la energía extra. En este caso se podrán realizar un disparo adicional con cada arma cada dos asaltos.
Disminución del nivel de energía: En este caso la falta de energía provoca que solo puedan dispararse las armas una vez cada dos asaltos.
Soporte vital
Aumento del nivel de energía: Se puede incrementar la gravedad artificial de la nave en hasta 2 gs y la temperatura hasta 50 ºC a razón de 10 ºC por asalto.
Disminución del nivel de energía: Se desactiva la gravedad artificial y la temperatura comienza a caer. Tras dos asaltos los personajes deberán hacer tiradas de Vitalidad para soportar el frío. Todas las acciones se ven condicionadas por la habilidad G0.
Blindaje
Aumento del nivel de energía: Se mejora la eficiencia del blindaje. El daño de cada impacto se reduce en dos puntos, aunque siempre se hará un mínimo de un punto de daño.
Disminución del nivel de energía: La bajada de eficiencia supone que cada impacto hace dos puntos extra de daño.
Motores
Aumento del nivel de energía: La maniobrabilidad de la nave aumenta en uno. Para que este aumento tenga efecto en las tiradas de posicionamiento relativo (ver combate espacial en el EXO 3464) debe mantenerse el aumento de energía durante los 5 asaltos que separan una tirada de otra.
Disminución del nivel de energía: La maniobrabilidad de la nave disminuye en uno, afectando siempre a la próxima tirada de posicionamiento relativo del combate.
Reasignar la energía de la nave supone cierto sufrimiento para los sistemas de la misma. Una nave espacial es una compleja obra de ingeniería y está perfectamente calibrada para funciona con su configuración estándar. Moverla de esos valores es algo que no puede mantenerse de forma indefinida. Por tanto cada asalto que la nave no esté con su configuración estándar de energía será necesario que el ingeniero de a bordo haga una tirada de Operador de Impulsores Fácil (-1 GD) con los siguientes modificadores:
- Por cada sistema a partir del primero que está con su nivel de energía aumentado (+1 GD)
- Por cada dos asaltos con una configuración de energía no estándar (+1 GD).
En caso de que se falle la tirada el sistema sufre una sobrecarga, volviendo inmediatamente a la configuración estándar. Además uno de los sistemas (elegido al azar) que tenían un nivel de energía aumentado sufrirá una avería. Hasta que sea reparado con la tirada de Técnico correspondiente (de Armamento para las armas, de Sistemas Auxiliares para el soporte vital y el blindaje y de Impulsores para los motores) el sistema se comportará como si su nivel de energía estuviera disminuido aunque consumirá la energía normal. Reducir la energía de este sistema averiado provocará que deje de funcionar inmediatamente.
Algunos ingenieros particularmente temerarios tienen la peligrosa costumbre de forzar el generador fusión-fisión para conseguir energía extra sin extraerla de ningún otro sistema. Para hacer esto es necesario una tirada de Operador de Impulsores Difícil (+1GD). Si tiene éxito podrá elevar el nivel de energía de un sistema sin reducir el de otro. Mantener la nave en esta situación es muy peligroso. La tirada para mantener la configuración no estándar se incrementa en +1GD. Además cualquier fallo en esta tirada provocará la bajada de energía en dos sistemas al azar de la nave hasta que se reparen. Una pifia en esta tirada puede tener consecuencias catastróficas, como una fuga masiva de material altamente radiactivo o la detonación del reactor fusión-fisión.
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