Reino de Widana II
Principales Accidentes Geográficos
Montes Enanos.
Este es el nombre que los habitantes de Widana dan a la parte de la Cordillera Covelina que limita con su territorio. Esta zona de bajas montañas y colinas está en permanente disputa con los Estados Montaraces enanos. En esta zona aún existen castillos semiderruidos de cuando el Reino de Corus intentó penetrar en la Gran Federación en sus años gloriosos. Hoy en día solo queda habitada una de estas fortalezas, el Hogar del Orco.
Río Enarma
Este caudaloso río constituye una de las vías de comunicación más transitadas de Widana. Nace en las zonas altas de los Montes Enanos y recorre el reino hasta desembocar en el golfo de Arno, lugar donde la península de Alme se une al continente. En este golfo se sitúa la ciudad-estado de Mirenarma. Gracias al rió Enarma esta ciudad tiene muy buenas comunicación con el interior del reino, lo que ha supuesto el despunte de este enclave como centro de comercio
Península de Alme.
La península de Alme es el corazón del reino de Widana. En su punta se ubica la capital de reino y durante muchos años fue la única extensión que el joven reino de Widana consiguió arrebatar a los corusanos. Aunque estrecha es bastante llana, siendo susceptible de ser explotada agrícolamente. En el punto en el que se une al continente presenta una serie de elevaciones del terreno que durante muchos años albergaron un sinfín de fortalezas con la misión de proteger el joven reino. Ahora estas fortalezas están abandonadas o sirven de refugio ocasional a bandas de bandidos.
Lugares importantes
Alme. (ciudad pequeña 14.310 hab.)
Alme es la capital del reino y donde la Casa Êlun tiene su sede. Esta construida siguiendo el estilo corusiano, contando, por tanto, con dos recintos amurallados. El más amplio alberga las casas de la población y los edificios públicos, así como talleres y almacenes. La sede central de Los Pasos de Êlun también se encuentra en el recinto exterior. En la cara norte de la ciudad, en la zona donde esta toca al Vacío se encuentra el segundo recinto interior, sede de la casa real. Al recinto exterior se puede entrar por una sola puerta que, tras un tortuoso aunque ancho pasillo, lleva al patio de armas. Allí Reigar Êlun, el actual soberano, tiene su sala de audiencias y los barracones de su guardia personal.
Mirenarma. (ciudad mediana 23.250 hab.)
Esta ciudad casi no parece pertenecer a Widana. Mirenarma es una ciudad luminosa, con una muralla no demasiado gruesa ni alta que la rodea y un puerto amplio y bien organizado. Las calles son anchas y en su mayoría están empedradas. Es, por tanto, una ciudad floreciente y vibrante. El secreto de su éxito reside en no depender de un señor feudal para su defensa, ya que está directamente bajo la autoridad del rey. Gobernada por un conde la ciudad entera está dedicada a la artesanía y, en menor medida, al comercio. Fundada por el mismísimo Êlun en persona se creó con la idea de proporcionar un determinado remanso de estabilidad para que el comercio y la manufactura pudiesen prosperar. El objetivo se ha conseguido a medias, ya que sigue dependiendo de los señores feudales para adquirir los alimentos que su población necesita, pero, salvo algún que otro asedio aislado, un par de plagas de peste y no pocos desórdenes civiles, la ciudad goza de una paz extraña en este convulso reino.
El Hogar del Orco. (villa grande 3.054 hab.)
Cosas como el Hogar del Orco hacen que los refinados ponentinos vean a la gente de Levante como unos bárbaros incivilizados. El Hogar del Orco es ni más ni menos un asentamiento permanente de orcos en los Montes Enanos. Esta villa ha podido prosperar gracias a un pacto firmado por la Casa Malen con un caudillo orco hace muchos años. A cambio de cederle una de las destartaladas fortalezas que Corus construyó para presionar a los enanos, los orcos se comprometían a desfogar sus ansias bélicas únicamente con los Estados Montaraces. Aunque este acuerdo no gusto mucho en Shad Irm, lo cierto es que únicamente una de las casas está involucrada, dejando al monarca libre de culpa en cierta manera. Sea como fuere El Hogar del Orco es una gran fortaleza que se encuentra en un permanente estado de guerra. Constantes partidas salen a hacer incursiones en la Gran Federación. Luego comercian con el botín saqueado con los mercaderes de Malen y de esta forma prosperan. No obstante la situación dista mucho de ser perfecta. Las otras casas de Widana ven con malos ojos este acuerdo. Molestan a sus poderosos vecinos, Shad Irm y la Gran Federación, y piensan que los orcos son incontrolables. En cualquier caso, fue gracias a la existencia del Hogar del Orco que las tropas del Emperador no pudieron cebarse en Widana. El relativo respeto que tienen los orcos en Widana hizo difícil que el mensaje del Emperador prendiera entre estos como lo había hecho en otros territorios.
Historia de la región
Aunque la fecha oficial de la fundación de Alme, y por tanto del reino de Widana, data del 1102 el germen de la nación widana se forjó hacía mucho tiempo. Concretamente cuando, si hacemos caso de las fuentes histográficas de Widana, el último de los descendientes directos de Corus, fundador del reino que lleva su nombre, fue asesinado por sus rivales y toda su familia pasada a cuchillo en torno al 757. Por lo visto un sobrino desconocido consiguió sobrevivir, y se echó al monte con unos cuantos fieles en la actual frontera con Shad Irm. Con el tiempo este reducto de refugiados fue empujado poco a poco hacia el Vacío por los elfos que allí habitaban. También por estas fechas un grupo de estos parias se reintrodujo en la sociedad corusiana, que hacía largo tiempo había olvidado a la dinastía original. Entre los asentados en la franja costera y los que habitaban en Corus se formó una especie de fraternidad que soñaba con un reino propio y fuerte. Poco a poco comenzaron a trabajar para conseguir ese objetivo. Los colonos iban cartografiando la zona y buscando nuevos asentamientos al tiempo que los residentes en Corus iban introduciéndose en la sociedad militar. Su momento llegó con la Guerra de los Portales. Que sucedió exactamente es difícil de determinar, ya que todos los escritos de esta época fueron sistemáticamente borrados, pero parece que tras esa convulsa época los proto-widanos consiguieron reunir un pequeño contingente de tropas y comenzaron a batallar contra los corusianos de la costa. Hay que recordar que esta era una época tumultuosa, en la que los cimientos de la sociedad se revolvían hasta derrumbarse. Por fin, los hombres de Êlun consiguieron expulsar a un pequeño señor feudal corusiano que estaba asentado en la península de Alme y fundaron allí la ciudad del mismo nombre. Inmediatamente después Êlun proclamó su linaje de sangre y estableció el reino de Widana, en recuerdo de su padre.
Tras la fundación oficial del reino siguió una época bastante movida. Corus, no dispuesto a permitir la secesión, envió tropas a contener a los rebeldes. No obstante, la estrechez de la península de Alme hacía difícil el despliegue de tropas. Durante casi 40 años las fuerzas de Widana y Corus mantuvieron un pulso constante en la península. Fue durante estos años cuando se produjo el cisma de los Pasos de Êlun, separándose también así espiritualmente de Corus. Finalmente las tropas widanas consiguieron asentar posiciones en el continente y avanzaron a lo largo de la costa en dirección sur hasta los dominios de los enanos. Poco antes de morir, Êlun fundó la ciudad de Mirenarma con la idea de crear un reducto donde los artesanos pudiesen trabajar y distribuyó entre sus fieles los diversos territorios donde podrían ejercer su influencia. Muchos de estos territorios estaban de hecho controlados por corusianos, pero era la forma que tenía Êlun de decirles que con su muerte no acababa la lucha. Su hijo, Garlar Êlun, consiguió afianzar el sueño de su padre gracias al apoyo de los Pasos de Êlun y de la Casa Alte. Tras una serie de rápidas victorias consiguió asegurar para widana los territorios al sur y al oeste de la península de Alme. Sin embargo, el empuje inicial se fue perdiendo de tal manera que se creó una especie de tierra de nadie en la franja costera que unía Corus con Widana. Además ya todas las casas nobles habían adquirido el control de las zonas que Êlun había fijado para cada uno, por lo que la guerra se detuvo, a excepción de unas cuantas escaramuzas en la frontera.
Corría el año 1243 cuando las gentes de Widana se las tuvieron que ver con otro fuerte enemigo. Eric Samoeno estaba en lo apogeo de su imperio y lo que parecía que iba a ser un imperio ponentito comenzaba a afianzar posiciones en el levante. El ataque de la Gran Federación contra Cargrum iba a recibir una respuesta tarde o temprano y todos sabían que Eric no se pararía allí. Comenzaron a hacerse tímidos contactos de defensa mutua con Corus, pero el odio entre las dos naciones era demasiado fuerte. De repente, como llovido del cielo, un nuevo jugador entró en escena. Venidos de unas estepas inaccesibles los elfos de Shad Irm solicitaron el asentarse en la zona costera que servía de frontera entre Corus y Widana, al tiempo que ofrecían su ayuda contra un posible invasor. Para ser fiel a la verdad los elfos estaban más interesados en el beneplácito de Corus que de la pequeña Widana, así que la corte de Alme poco pudo objetar. Aun así el tratado era provechoso y fue firmado. Curiosamente existen dos tratados independientes, uno entre Shad Irm y Corus y otro separado entre Widana y los elfos. La idea de ver a sus soberanos sentarse juntos en una mesa de negociación simplemente no cabe en la cabeza de widanos y corusianos.
Con una de sus fronteras bien protegida los widanos comenzaron a hostigar a sus vecinos los enanos. La fundación del Hogar del Orco data de esta época. A decir verdad, los avances fueron poco significativos y hay muchos que opinan que no merecían la pena a costa de enemistarse con los enanos. De todas formas, es una buena manera de mantener entretenidos a enanos y orcos en una guerra sin fin y de momento no parece que los otros estados de la Gran Federación vayan a intervenir en el conflicto.
Como último apunte comentar brevemente la situación de Widana durante la campaña del Emperador. La verdad es que este reino apenas sufrió más que algún que otro levantamiento. Para ellos el Emperador era casi un aliado, ya que se enfrentó a Corus y a la Gran Federación, sus enemigos tradicionales. Además sus ideas de igualdad para los orcos, gnolls y trasgoides tampoco les parecían muy disparatadas. Si el Emperador compartía esta simpatía es algo que nunca se supo, ya que sus ejércitos simplemente se detuvieron demasiado lejos como para haber constituido nunca una amenaza.
Tramas y rumores
Una sombra en movimiento.
Una casa a las afueras de Mirenarma arde hasta los cimientos. El suceso no tendría más trascendencia si no fuera porque esa casa era la sede de El Estudio de los Nueve, una pequeña cábala de magos local. Por lo visto se habían hecho con un libro de antes de la Guerra de los Portales. El submundo ocultista piensa que las Sombras en la Noche están detrás del ataque y busca chivos expiatorios para vengar la afrenta.
¡Incursión!
Una banda de orcos ha atacado un pequeño asentamiento en las cercanías de los Montes Enanos. Las autoridades locales aseguran que el gobernante de Hogar del Orco está detrás de este ataque. Se forma una partida de caza que puede hacer tambalear el delicado equilibrio entre las comunidades orca y humana.
Tensa tregua.
Agentes de Corus están soliviantando a los clanes de Shad Irm para que retiren su apoyo a Widana. Un grupo de fieles de la casa Kyrên parte con destino a la tierra de los elfos para fortalecer la alianza. Las fuerzas corusianas harán lo imposible para que la misión fracase.
Personajes
Su Majestad el Rey Reigar Êlun.
Reigar es un hombre práctico. A pesar de que entre las otras casas nobles se empieza a rumorear que la casa real ha perdido su empuje, Reigar no quiere meter a su pueblo en otra guerra imposible. Sigue manteniendo una política de guerra constante contra el cómodo enemigo enano, pero no desea provocar a los elfos de Shad Irm. Realmente tiene un gran plan. Su intención es adentrarse en los dominios de la Gran Federación y entregar esos territorios a los elfos a cambio de la franja costera que le separa de sus enemigos. El que hará cuando se encuentre cara a cara con Corus es algo que sus allegados no tienen aún claro. Por lo visto cuenta con un aliado poderoso que atacará Corus cuando llegue el momento. ¿Quién es ese misterioso aliado? Nadie lo sabe.
Muchos Rostros.
La existencia de este individuo es más producto de las sospechas de los lanzadores de conjuros de la zona que de un suceso debidamente contrastado. Según esta línea de investigación existe una sombra que adopta las más diversas formas para infiltrarse en las filas de las cábalas de magos y sacar información. La paranoia es tal que últimamente todos los magos se pinchan entre ellos para comprobar el color de su sangre. De momento Muchos Rostros no ha sido descubierto y se piensa que es el agente más activo de las Sombras en la Noche.
Vornok
El caudillo Vornok es el jefe del Hogar del Orco. Es un orco despiadado pero práctico. Gracias a su situación puede combatir a sus enemigos los enanos sin temer un ataque desde atrás. No obstante, su orgullo guerrero le obliga a no permitir que nadie viva cerca de sus dominios sin ser saqueado, así que ha creado un par de partidas de guerra que con los colores de otro clan ataca los dominios widanos que no pertenecen a la casa Malen. Según cuentan hace 25 años, cuando acababa de tomar posesión de su puesto de caudillo, un agente del Emperador lo incitó a la revuelta. El cráneo de ese embajador le sirve ahora como almohada.
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