Autocannoni da 90/53

Italia entró en la Segunda Guerra Mundial con una gran selección de equipamiento anticuado, en gran medida a causa de que su industria pesada no estaba muy desarrollada. Una de esta firmas, Ansaldo, tomo nota del uso por parte alemana de sus Flak 18 de 88mm montados en semiorugas contra los carros aliados durante la campaña de Francia de 140 (especialmente en la batalla de Arras). Su intención era estudiar la posibilidad de utilizar su cañón de 90/53 de una manera similar, montándolo en camiones como se había hecho durante la PGM con los autocannone.

El Cannone da 90/53 era un arma formidable, con unas increíbles capacidades balísticas. Deriva de un arma anterior, el cañón antiaéreo naval Cannone da 90/50 Mod. 1938, que se diseñó para reemplazar los anticuados Škoda K10 y K11 de 100mm en servicio en los buques de la armada italiana.

[F] Cannone 90/53 Modello 41C

Sus prestaciones fueron apreciadas de inmediato por el Regio Esercito, que ordenó en 1939 un total de 1,804 cañones, distribuidos en tres versiones:

Modello 41P para emplazamientos estáticos, 1,087.

Modello 41C en afuste remolcado, 660.

Autocannoni da 90/53, para montaje sobre camiones, 57.

No obstante, las limitaciones de la industria italiana limitaron su producción, alcanzando la cifra de 539 unidades en julio de 1943, fecha en la que se produjo el Armisticio de Italia. Esta cifra incluye los 48 que se modificaron para su uso en el Semovente 90/53

La propuesta de Ansaldo consistía en montar el 90/53 en un camión pesado Alfa Romeo, diseño que recibió el visto bueno del Ministerio de Guerra, aunque se solicitó que se reemplazase el camión por Lancia 3 Ro. Esto obligó a los ingenieros a rediseñar por completo el autocannone. A medida que los trabajos progresaban, el ejercito italiano solicitó un par de diseños adicionales. El primero se debía montar en un camión todo terreno 6x4 Breda 51 y que se preveía que sería la versión definitiva (el chasis recibirá la denominación de Breda 52). Y la segunda consistía en instalarlo en un semioruga, aunque este proyecto terminará derivando en el cañón autopropulsado M 41M.

[F]Autocannoni sobre chasis Lancia preparándose para entrar en servicio

Ansaldo produciría 30 unidades usando el chasis del Lancia 3 Ro y que entregaría en 1941, mientras que no completaría el pedido sobre chasis Breda (que había aumentado hasta las 90 unidades) hasta mayo de 1943. Junto con 96 vehículos de municionamiento, 12 de mando y 24 de apoyo equiparían a 24 baterías, divididas en 12 gruppi. Cada uno de estos grupos contará además con dos vehículos de reemplazo.

La dotación consistía en 8 personas, conductor, comandante, artillero, 3 cargadores y dos especialistas para operaciones antiaéreas. Estos últimos eran los encargados de calibrar adecuadamente las espoletas de tiempo en los proyectiles AA, y cuando no estaban con esta tarea ayudaban a los cargadores.

El cañón se montaba sobre su pedestal en el centro de la caja de carga, que servía de plataforma, abatiéndose los lados. Así el arma disponía de un arco de fuego de 360ª de oscilación, mientras que la elevación se podía ajustar de -2 ° a 85 °. Disponía de 6 soportes hidráulicos para fijar el vehñiculo al terreno en el disparo. De hecho, la altura del vehículo le jugaba una mala pasada en cuanto al centro de gravedad cuando se desplazaba, por lo que era práctica habitual (especialmente en los 3Ro) que en el "modo" de viaje los gatos hidráulicos fueran medios bajados al igual que la plataforma. Con esto se bajaba el centro de gravedad, haciendo que su conducción fuera más sencilla, y permitía disparar el cañón en caso de emergencia, ya que al estar parcialmente desplegados contrarrestraban parcialemnte los efectos del retroceso del arma.

[F] Vista lateral de Autocannoni sobre chasis Breda

Las primeras unidades de autocannoni se asignaron al IVº Gruppo Autocannoni, adscrito al 133º Reggimento Artiglieria de la división blindada "Littorio" a finales de octubre de 1941. October 25, 1941. Junto con dos baterías de cañones de 20mm constrituyeron el IVº Gruppo Misto. Siguiendo el mismo esquema se constituyeron otros dos grupos para las divisiones blindadas "Centauro"y "Ariete".

Se desplegaron en el norte de África, donde el arma, en las llanuras del desierto de Libia podía alcanzar objetivos a 17,4 km. Fueron temibles contra los carros aliados, comparables a los flak alemanes de 88 mm, y al igual que estos, también se emplearon ocasiones para misiones de bombardeo.

En África, su altura también le jugó una mala pasada, ya que era un blanco muy claro en sus planicies, siendo, irónicamente, muy vulnerables a los ataques aéreos (la protección se reducía al escudo del arma).

Los autocannoni operaron hasta el final de la campaña en 1943 en Tunez, y un puñado de unidades supervivientes se embarcarían hasta Sicilia, donde se emplearían por última vez por parte del Sexto Ejército italiano.

Tras el armisticio en 1943, Alemania intento hacerse con todas las unidades posibles, aunque solo capturaron ejemplares de los modelos 41P y 41C. La mayoría serían enviadas al Reich para su sistema de defensa antiaérea, con la designación de 9-cm Flak 309/l(i).

Pero Alemania no sería el último usuario del 90/53. Tras el final de la guerra, Yugoslavia recibiría cañones del acorazado Vittorio Veneto como reparaciones de guerra, montándolos en diversas baterías costeras como parte de su estrategia de defensa durante la Guerra Fría. Dos cañones de 90/53 montados en la isla de Žirje entrarían en combate en septiembre de 1991, durante la Guerra de Independencia de Croacia. En lo que se llamaría la Batalla de Šibenik, los dos vetustos cañones mantuvieron a raya al Ejercito Popular de Yugoslavia, además de evitar que 34 patrulleras y minadores de la armada yugoslava abandonasen la bahía, siendo capturadas posteriormente por las fuerzas croatas.

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