Cuatro años de una palma de una columna de la estela del gato de agua
Runas del sabio
Como saben los cuervos de Taga...
Los cielos del sur se tiñen de rojo
Como una piel roja llena de sangre han visto los habitantes de Pangea el cielo sobre los océanos del sur. Fue a última hora del día, cuando el sol ya se ocultaba por el horizonte, pero la noche aún no había comenzado. Dicen los chamanes y videntes que se trata de un signo de mal agüero al que llaman "la herida de la Taga" y que se aproximan malos tiempos tras el invierno.
Enfrentamientos entre Aguaclara y Fuentearriba
Guerreros de Aguaclara que patrullaban los caminos sorprendieron a asaltantes de Fuente arriba cuando estos atacaban a un pequeño mercader. Como resultado del enfrentamiento, un joven guerrero de Fuentearriba resultó muerto y dos se llevaron varias heridas antes de retirarse. Un cazador de Aguaclara fue herido de gravedad, pero entre sus compañeros y el agradecido comerciante pudieron llevarlo hasta el grakin de Ursus. Ahora está en manos del chamán quién cree que su espíritu es fuerte, el de un oso pardo, y sobrevivirá a sus heridas.
El ataque ha irritado aún más al jefe del grakin de Aguaclara quién ha prometido que no dejará piedra sobre piedra del grakin de Fuentearriba y que desollara a su jefe sobre una piedra y dejará su cuerpo a las alimañas. No es una amenaza baldía porque Ursus ha hecho algo parecido en otras ocasiones.
Nuevas correrías de los Flunderval
Guerreros dwandir de los Flunderval han vuelto a atacar las tierras al sur del Paso de Olan, han matado a varios y se han llevado sus cuerpos para devorarlos. Los guerreros de Masudrak creen que sus enemigos han encontrado un paso abierto por algún otro lugar y tratan de encontrarlo para cerrarlo o vigilarlo, pero los habitantes no están seguros de esto y los rumores de que los espíritus de los guerreros devorados en la pasada batalla del Paso han regresado para vengarse son cada vez más numerosos. Algunos, incluso, hacen ofrendas en secreto a esos espíritus para que les dejen tranquilos.
Superviviente del punto rojo
Tras muchas dudas y vacilaciones, un grupo de esclavos y guerreros de Tamora se ha dirigido al grakin donde se detectó la enfermedad del punto rojo. A su llegada, y para su sorpresa, había un superviviente: un niño de unos ocho inviernos que había sobrevivido alimentándose del ganado y, según creen los tamoranos, de sus vecinos muertos. Se dio caza al niño, que huyó nada más verles, y los esclavos procedieron a quemar y enterrar todos los restos que allí hallaron, incluyendo el grakin. La partida de investigación se ha dirigido a unas cuevas cercanas donde los guerreros permanecerán vigilando las evoluciones de los esclavos en otra de las cuevas. Se les facilitará comida, pero no se les dejará cazar. Si ninguno presenta síntomas de punto rojo en dos drumas, se les permitirá volver. Si el punto rojo aparece, serán sacrificados.
Todas las noticias comentadas por el Sabio del Desierto han sido grabadas en la estela y son para el juego Pangea. Los Guardianes de la Roca recorren los caminos y los grakines de esta tierra primigenia y le notifican los acontecimientos al viejo tallador. Todas ellas son fruto de las partidas realizadas por los jugadores de Pangea o por el equipo creativo de la propia editorial. El viejo chamán las cuenta en las noches en torno al hogar con la intención de dar puntos de apoyo a la continuación o al desarrollo de las partidas. Si quieres comunicarnos alguna noticia sucedida en tu mesa de juego, envíanos un mail.
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