DESDE EL SÓTANO
Nº: 70 . 3ª época. Año III
E4 - Especial Sector Libertad Por: A.D.E.G.
 

- Buen día, les habla Amanda Fernández y esto es "20 horas con..."

[Cortinilla musical con el logotipo del programa]

...Hoy tenemos la enorme suerte de contar en el plató con una de las personas de más prestigio y fama de mi profesión, además de una de las más atractivas: Gigi Ciccerone. ¿Crees que hoy seré la mujer más envidiada de la galaxia?

[Los ojos de Amanda lanzan su mejor, y más ensayada, mirada sensual a la cámara]

- La segunda tal vez -contesta Gigi con aplomo y una amplia sonrisa- no te olvides de mi pareja.

- ¡Oh sí! -Responde traviesamente la presentadora de la galaxia-. Espero que ella me perdone... Pero no hemos traído a Gigi a nuestros estudios para hablar de su increíble atractivo...

[Se oyen unos "oes" de un público inexistente]

...Después de pasar un tiempo en los sectores fronterizos, tengo entendido que acabas de regresar de la Unión de Pueblos Libres, ¿es cierto?

- Sí, he pasado unos días allí.

- ¿Negocios o placer?

- Conocimiento.

- El equipo de "20 horas con..." también ha decidido pasarse por la UPL para conocer un poco más a esta nación tan reciente.

[Aparece un mapa sobre la cabeza de Amanda y la UPL destella un instante.]

- Damián, ¿qué puedes adelantarnos?

[Un joven de tez oscura, que aún no había necesitado tratamientos estéticos o que había podido pagarse unos muy buenos, aparece en pantalla. Está en un balcón o una azotea y tras él se ve una enorme avenida llena de gente con tecnoantorchas que al moverse parecen una serpiente korom del planeta Andeala]

- Hola Amanda, parece como si hubiéramos venido el día de la Fiesta Mayor de la UPL. Las calles están literalmente tomadas por millones de seguidores que se debaten desde el patriotismo más encendido a la religiosidad más fervorosa. Es difícil saber si se dirigen a un mitin o a una celebración.

- Religión y política son dos términos sinónimos en la UPL -apunta Gigi.

- Damián, ¿los manifestantes son humanos?

- La mayoría sí, Amanda. Veo también eisil, pero muchos de ellos lucen brazaletes de organización.

- Parece extraño, Gigi, -comenta Amanda- que un pueblo que hace pocos años tenía un régimen antirreligioso haya caído en tanta religiosidad.

- Hay que verlo desde dos puntos de vista. Para los eisil, Ceimar, la skardar, es el "enviado" que llevan eones esperando. Ellos nunca fueron de Oeon en realidad y nunca perdieron su religión. En el caso de los humanos, Amanda, se trata más de populismo que de religión. Kennell les salvó de algo parecido a los Años Oscuros. Lo que los humanos del Pueblo Libre sienten por Kennell es un profundo agradecimiento.

- ¿Ha sido casualidad o siempre están conmemorando algo?

[La cámara ofrece un sugerente primer plano de Gigi]

- La presencia de Ceimar en actos públicos es bastante frecuente, pero no creo que ellos lo consideren una celebración, creo que lo correcto sería hablar de comunión.

- Curioso concepto. Damián, ¿puedes aportarnos algo más?

[La imagen vuelve a cambiar y muestra una panorámica de la plaza unos metros por encima de la cabeza de la gente. Está claro que se trata de una cámara sobre un soporte FR2000]

- Como puedes ver Amanda, la plaza está llena de gente. Es difícil calcular un número aproximado, pero creo que supera los 2 millones de personas y a esto habría que añadir los millones de personas que abarrotan las calles de acceso al recinto y que, me temo, ya no podrán entrar.

"Nos comenta un compañero de un servicio de noticias de La Marca que las celebraciones son habituales en este lugar, pero que nunca antes había visto tanta gente. Muchos prefieren quedarse en casa viéndolo por holovisión, pero, al parecer, lo de esta noche será importante y todos quieren ser testigos directos de los acontecimientos. Escucha:

[Sin perder el movimiento de la cámara, la voz del locutor desaparece y es sustituida por el sonido ambiente. Un murmullo de excitación llena los altavoces. Tras unos segundos, se apaga y vuelve la voz del locutor]

- Mi emtradre no tiene capacidad para filtrar todas las conversaciones que recibe y es un galimatías ininteligible. Entiendo algunas palabras sueltas, pero me es difícil poder decirte de qué están hablando. Esperan algo, eso es indudable.

[Un intenso brillo ciega temporalmente la imagen por la izquierda. La cámara ajusta sus filtros automáticamente y se gira al origen del brillo. Una plataforma de sustentación, rodeada de poderosos focos luminosos, hace su aparición en el centro de la plaza. Sobre ella hay varias personas. Ceimar y Kennell son reconocibles en el centro. Ella brilla ligeramente en su cuerpo de apariencia humana. Él va vestido completamente de blanco. Delante de ellos, hay un eisil junto a un micrófono y rodeando toda la plataforma unos humanos vestidos con lo que parecen parcos vestido de tela marrón con una capucha que les oculta el rostro. La gente enmudece, un silencio que estremece. El eisil empieza a hablar. Su discurso es esperable e intrascendente.]

- Quienes son -pregunta Amanda a Gigi- los guardaespaldas de la plataforma. Son la famosa Guardia Skardar.

- No. La Guardia Skardar es una milicia, no son soldados profesionales y no tienen la responsabilidad de proteger a Ceimar y a Kennell. Lo que ves ahí es la élite de la U.P.L. Los llaman el Escudo y dicen que son auténticas máquinas de combatir. Fíjate en su cintura...

[La cámara hace un zoom hacia la zona señalada por Gigi y muestra una especie de espada corta]

...esa es la "kablal". Es un arma ritual que todos los miembros del Escudo aprenden a manejar. Por lo que he podido averiguar, se trata de una especie de vibrofilo de unos 50 centímetros de longitud. Dicen que es capaz de atravesar las armaduras iroiendi como si fueran mantequilla, pero creo que es una exageración. También dicen que son poderosos psiónicos.

- Parece como si Kennell y Ceimar tuvieran miedo de algo con ese "escudo" a su alrededor.

- Supongo que es difícil controlar la pasión y la corrección de millones de personas. Podrían dar sus discursos con la plataforma a más altura o desde el balcón del edificio presidencial como hacemos nosotros, pero parece ser que a ellos les gusta la proximidad.

- En cualquier caso, no parece conveniente disgustarles...

[El discurso del eisil había terminado. La multitud estalló en un atronador aplauso que se extinguió de repente cuando Kennell dio un paso acercándose al micrófono. La plataforma empezó a girar y la mirada del dirigente de la UPL recorrió toda la plaza. La cámara realizó un primer plano y sus ojos mostraban un reflejo inexplicable, como si fueran capaces de ver más allá del espectro visible. Había un arco iris dentro de sus pupilas. Levantó la mano y el silencio se hizo más profundo aún. Habló, suave, profundamente.]

- La guerra ha comenzado

[La plaza se vio cubierta de repente por un enorme holograma. La cámara de Damián retrocedió rápidamente para poder abarcar toda la imagen].

- No sé si la cámara recoge lo que están emitiendo.

- Sí, Damián, lo vemos perfectamente. No te preocupes.

[La imagen mostraba el interior del puente de una nave. Se veía a una tripulación toda uniformada de la misma forma que el Escudo, con sus trajes marrones con capuchas. Detrás de sus cabezas se veía el exterior de la nave a través de los paneles frontales y la imagen se acercó hasta que dejó de verse el interior. Acababan de salir del subespacio y aún se veían los restos de la energía residual. Frente a ellos había una estrella de mediano tamaño y un único planeta orbitándola. La velocidad de la nave debía ser enorme (o el tiempo estaba manipulado) ya que ambos objetos se acercaron rápidamente. Muchos distinguieron el planeta y una exclamación de asombro recorrió la multitud junto a una palabra repetida en voz queda. De las instalaciones del planeta surgieron varios misiles y algún caza. La nave empezó a maniobrar y el planeta empezó a bailar arriba y abajo. Las trazadoras aparecieron y uno a uno fueron derribando todos los objetos que habían despegado. No pareció una lucha justa.

El planeta volvió a ocupar el centro de la imagen y por la parte inferior apareció un objeto brillante y veloz. Se dirigió directamente a las instalaciones del planeta y en pocos segundos las alcanzo. Un breve instante y una cegadora luz blanca lo cubrió todo. El destello fue volviéndose azul, negro y finalmente desapareció. En la superficie había un enorme cráter y de las instalaciones no quedaba nada. La emisión terminó.

La cámara volvió a centrarse en la gente de la plaza. Muchos aplaudían, otras saltaban de alegría agitando sus puños al aire y otros lloraban con una enorme sonrisa en sus rostros.]

- ¿Qué hemos visto, Gigi? -se oyó la voz de Amanda en el plató.

- No..., no lo sé...

["20 horas con..." Volvemos tras los consejos publicitarios...]

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