La batalla del 4L4-M0

Aventura basada en la aventura 'Siege', de John M. Ford, publicada en el #25 de la revista Challenge.

Intro

Esta partida es una pequeña venganza contra todos esos grupos de PJ que, armados hasta los dientes, en alguna ocasión han participado en algún tipo de "asalto" contra un grupo de "indefensos" guardias de seguridad. Ahora sentirán qué es lo que se siente al estar "al otro lado" de una incursión.

Y aquí estamos...

Por fin ha pasado, los PJ han acabado entre rejas. No deberían extrañarse, a fin de cuentas es lo que le suele pasar a la gente como ellos, ¿no?

Como tantas otras veces, los PJ habían sido contratados para llevar un cargamento de contrabando a algún remoto mundo fronterizo. A mitad de viaje se detuvieron en el "Puesto espacial 4L4-M0", una estación espacial civil (gestionada por concesión administrativa) de mediano tamaño (unos seiscientos habitantes) en la que, hasta ahora, siempre habían sido muy bien tratados. Los pequeños contrabandistas independientes pagaban un soborno al director de la instalación y él hacía la vista gorda con la inspección aduanera. Sin embargo, resulta que hace dos meses los agentes del SAR trincaron al tipo con las manos en la masa y éste fue rápidamente sustituido por una tal Anassa Larios, una mujer de fuertes convicciones morales que se ha propuesto terminar con la rampante corrupción que, hasta ahora, ha imperado entre el personal de 4L4-M0. Para empezar, casi todo el personal de Seguridad y Aduanas ha sido despedido o transferido.

La cuestión es que los PJ no sabían nada del cambio de dirección en la estación y, claro, cuando el grupo de inspección subió a bordo les pillaron en bragas. Tras ser detenidos y su nave y carga requisadas, los PJ se encuentran ahora bajo custodia a la espera de que llegue una nave a recogerles.

Empieza la movida

Los PJ están en su celda. De repente, los PJ escuchan una lejana explosión, las luces se van y en la lejanía comienza a sonar una alarma acústica. Segundos más tarde se encienden las luces de emergencia, que apenas permiten ver más allá de unos cuantos metros. No, lo siento: la puerta de su celda sigue cerrada a cal y canto.

Tras unos veinte minutos en la penumbra, la directora Larios en persona abre la puerta con cara de enfado contenido y llevando un chaleco de fibrosílex y una pistola en la cadera. Tiene una proposición que hacerles...

Hace una semana, mientras se encontraba en el puesto 4L4-M0, Esteban Wagner, sargento de los Boinas negras, una compañía mercenaria que trabaja en este sector, acabó con la vida de un capitán mercante civil de una puñalada. Al parecer se trató de un ajuste de cuentas debido al impago por un trabajo de escolta que el fallecido se negaba a abonar. No hay ninguna duda de la culpabilidad de Wagner: las cámaras de seguridad grabaron el incidente y el detenido admitió sus actos. Fue detenido antes de que pudiese abandonar la estación pero sus dos acompañantes, quienes no habían participado en el altercado y no podían ser detenidos, se marcharon amenazando con volver pronto para liberar a su jefe. Y hoy lo han hecho. El ala de Seguridad está siendo asaltada. Los mercenarios se han introducido en la estación a bordo de una nave civil nada sospechosa (un yate dedicado a vuelos charter). Una vez aquí han dejado fuera de combate a la partida de inspección aduanera que ha subido a bordo, tras lo que rápidamente han procedido a sabotear la planta de energía principal (por lo que toda la estación permanece en la penumbra de las tenues luces de emergencia). Aunque ya se ha solicitado ayuda al exterior, los refuerzos tardarán varias horas en llegar. En esta situación desesperada la directora Larios precisa de toda la ayuda que pueda conseguir, lo que incluye a los PJ.

Si los PJ se avienen a contribuir en la defensa del complejo, los cargos por contrabando serán retirados y sustituidos por una leve sanción administrativa. En caso de que rechacen la oferta pueden permanecer confinados en su celda pero, como les señalará Larios, nada les garantiza que los mercs quieran dejar testigos de sus actos...

Los dos bandos

El grupo del sargento Wagner pertenece a los Boinas negras, una unidad mercenaria del tamaño de un batallón que, en ocasiones, se disgrega en grupos más pequeños para realizar trabajos de menor entidad. El pelotón de Wagner es uno de los más indisciplinados y peor considerados de toda la unidad y, de hecho, es casi seguro que los hechos acaecidos hoy en 4L4-M0 pronto supondrán la fulminante expulsión de los implicados.

El pelotón de Wagner está formado por doce mercs. De ellos, tres son viejos camaradas de armas del sargento, veteranos de una docena larga de misiones. Estos cuatro veteranos están dispuestos a hacer lo que sea para liberar a su amigo. Los otros ocho son reclutas bisoños, con adiestramiento militar pero sin apenas experiencia real. Además, por suerte para los PJ, el hecho de que no hayan cobrado por su último trabajo hace que vayan algo cortos de dinero y que no hayan podido reponer parte de su equipo habitual. Cada uno de los mercs posee un fusil SisAr-28J con proyectiles normales, dos cargadores extra (proyectiles normales), un casco y coraza de monómero de duraluminio (prot. 2/4 en cabeza, pecho y abdomen) y unos resistentes pantalones reforzados con parches de fibrosílex (semiprot. 0/2 en piernas). Además, todos llevan un cuchillo de combate, gafas de visión nocturna y un comunicador CE-5. Uno de los mercs veteranos lleva un Grend-Stend M1-A7 (al que solo le quedan 1d100 balas) y los otros dos 1d10 granadas de concusión.

El pelotón de rescate está comandado por el cabo Alex Rossen, segundo al mando y consorte de Wagner (Rossen puede ser tanto un hombre como una mujer, al gusto del DJ). Rossen es un soldado competente y leal aunque algo escaso de imaginación. Está dispuesto a morir para liberar a su amante.

Por su parte, las fuerzas de la directora Larios consisten en seis oficiales de seguridad bastante inexpertos. En la oficina de aduanas del hangar hay otros cuatro oficiales que ya han sido neutralizados por los mercs (no están muertos sino inmovilizados con ligas de plástico). Los PJ no disponen de su equipo personal, el cual se guarda en una consigna de seguridad en la oficina de aduanas de la zona de hangares (está prohibido el acceso con armas de fuego a la estación). En la armería del bloque de Seguridad pueden encontrar doce comunicadores CE-5, ocho linternas, una docena de porras, cuatro chalecos de fibrosílex (prot. 0/2 en pecho y abdomen), seis pistolas de pequeño calibre (equivalentes a una Ash4) y como treinta cargadores con proyectiles noqueadores (causan pérdida de puntos de golpe, no de vida). También hay un único lanzagranadas ligero, con un suministro de seis granadas de gas pero, lamentablemente, está estropeado (en la caja hay recambios y puede repararse con la habilidad adecuada). Por su parte, la directora Larios dispone de una pistola 2100-GR con balas normales y un cargador adicional.

Qué ha pasado hasta ahora...

Rossen y nueve de los mercs han conseguido entrar en 4L4-M0 sin levantar sospechas a bordo de la Cosmos Express un yate Azir 306 que permanece en la estación a la espera de que regresen. A bordo se encuentran Dalmau y Lorena, un anciano matrimonio de pilotos civiles que se dedican a realizar pequeños viajes charter. Dalmau y su esposa han sido engañados para traer a los mercenarios hasta 4L4-M0, haciéndoles creer que aquí les esperaba una nave para recogerles.

Tras aterrizar, los mercs han neutralizado rápidamente a los cuatro oficiales de aduanas que estaban realizando su turno en los hangares. Han sido desarmados y atados con ligas de plástico por manos y pies y se encuentran tumbados en el suelo de la oficina, bajo custodia de uno de los mercs veteranos. Otro de los veteranos se ha quedado a bordo de la nave para vigilar a los ancianos y así evitar que éstos escapen o que avisasen a las autoridades antes de tiempo (antes de haber podido sabotear la planta de energía de la estación). El tercer veterano, acompañado de dos novatos, se ha dirigido a la planta de energía del puesto y la ha saboteado con un artefacto explosivo (la lejana explosión que sintieron los PJ). Aunque los daños no son críticos, los tecnos tardarán varios días en poder ponerla de nuevo en funcionamiento. Mientras, Rossen y los demás mercs se han dirigido al bloque de Seguridad, haciendo saltar las alarmas de detección de armas cuando atravesaban la aduana y atravesando la zona comercial de la estación. No hay ni que decir que, al ver una docena de tipos armados hasta los dientes casi todos los habitantes se han apresurado a quitarse de en medio y encerrarse en sus casas.

Posibles desarrollos

La directora Larios no está dispuesta a liberar a Wagner y se niega en redondo a negociar con los mercs. Su intención es resistir hasta que lleguen los refuerzos, lo que según ella sucederá en cuestión de horas. Si es necesario, incluso ordenará que droguen a Wagner para dificultar su fuga. Sin embargo, si Larios fuera capturada o muerta por los mercs, su ayudante sí que estaría dispuesto a hacer un trato. Lo mismo pasaría si de algún modo queda fuera de combate...

La situación no es buena: el bando de los PJ está en inferioridad de armamento, adiestramiento y, probablemente, de número. Además, no pueden esperar ayuda por parte de los habitantes de 4L4-M0, la mayoría de los cuales ha salido perdiendo con el cambio de administración (la mayoría se beneficiaban directa o indirectamente del flujo de contrabando que pasaba por la estación). Por el lado bueno, el tiempo discurre a su favor ya que ellos solamente deben resistir hasta que llegue la caballería. Larios piensa que la ayuda tardará en llegar 1d10 horas (tira un dado) aunque, en realidad, tardará 1d10+1d10 (tira otro dado y súmalo al resultado anterior). Otra ventaja es que, desde el centro de control del bloque de Seguridad, controlan todas las cámaras y éstas disponen de visión nocturna. Si se molestan en preguntar averiguarán que también pueden abrir y cerrar de forma remota cualquier puerta de la estación, así como activar el sistema antiincendios (aspersores de agua repartidos por toda la estación, lo que anularía parcialmente la ventaja de los visores de visión nocturna de que dispone el enemigo). También disponen de un plano detallado de las gateras de servicio, a través de las cuales podrían alcanzar casi cualquier parte de 4L4-M0.

Si el tiempo se le echa encima, Rossen hará que interrumpan el suministro de aire y calefacción al bloque de Seguridad (sabe que no tiene mucho margen de tiempo antes de que llegue una nave del SAR). Sin embargo, si la directora Larios sigue al mando de los defensores seguirá negándose rotundamente a negociar. El oxígeno aún durará bastante pero, sin embargo, el glacial frío del espacio pronto comenzará a filtrarse.

Puede que en este momento alguno de los guardias de Seguridad más cobardes o menos fieles (¡o incluso los propios PJ!) decidan que es el momento de largarse o cambiar de bando. Queda a discreción del DJ el desarrollo de tales acontecimientos así como sus posibles repercusiones, morales y legales (casi todo lo que hagan quedará grabado en las cámaras).

Si pese a todo los PJ siguen sin rendirse, Rossen ordenará a sus hombres que traigan a un civil (o, mejor todavía, a un PJ o PNJ que haya sido capturado en el asalto anterior) y amenazará con ejecutarlo. Si Larios sigue al mando de nuevo se negará a negociar (la mujer es terca como una mula). Sin embargo, cuando una enfurecida Rossen esté a punto de volarle la cabeza, uno de los mercs novatos que no desea convertirse en un asesino a sangre fría la disparará, hiriéndola, tras lo que se provocará un breve pero intenso tiroteo en el que los mercs se matarán o herirán unos a otros. Puede ser una forma de igualar las tornas.

Si en algún momento los mercs pierden el control del yate que les trajo hasta aquí, intentarán hacerse por la fuerza con uno de los dos cargueros, quizás incluso con la nave de los PJ. Tanto Rossen como Wagner tienen nociones de pilotaje. Si lo consiguen la única manera de detenerle será perseguirle y detenerle antes de que logre saltar al subespacio.

Reparto

Wagner/Rossen

Habilidades (valores con atributos y modificadores):

Capacidades Especiales

Defectos

Merc veterano (3)

Habilidades (valores con atributos y modificadores):

Equipo: fusil SisAr-28J con proyectiles normales, dos cargadores extra (proyectiles normales), casco y coraza de monómero de duraluminio (prot. 2/4 en cabeza, pecho y abdomen), pantalones reforzados con parches de fibrosílex (semiprot. 0/2 en piernas), cuchillo de combate, gafas de visión nocturna, comunicador CE-5. Uno de ellos, el que acompaña al Rossen, lleva un Grend-Stend M1-A7 (al que solo le quedan 1d100 balas); los otros dos 1d10 granadas de concusión.

Merc novato (8)

Habilidades (valores con atributos y modificadores):

Equipo: fusil SisAr-28J con proyectiles normales, dos cargadores extra (proyectiles normales), casco y coraza de monómero de duraluminio (prot. 2/4 en cabeza, pecho y abdomen), pantalones reforzados con parches de fibrosílex (semiprot. 0/2 en piernas), cuchillo de combate, gafas de visión nocturna, comunicador CE-5.

Cita: "¡A la orden, señor!"

Anassa Larios

Habilidades (valores con atributos y modificadores):

Capacidades Especiales

Defectos

Equipo: traje formal, chaleco de fibrosílex (prot. 0/2 en pecho y abdomen), pistola 2100-GR con proyectiles normales y un cargador extra, comunicador CE-5.

Oficial de Seguridad/Aduanas

Habilidades (valores con atributos y modificadores):

Equipo: uniforme, chaleco de fibrosílex (prot. 0/2 en pecho y abdomen), pistola de pequeño calibre (equivalente a una Ash4) con proyectiles noqueadores (causan pérdida de puntos de golpe, no de vida), porra, comunicador CE-5.