DESDE EL SÓTANO
Nº: 103 . 3ª época. Año III
Ayto (Auto) Por: Roberta Alias
 

Ayto (Auto)

En el barrio de la Esperanza, justo en la salida que pasa bajo la autopista A-7 hacia el polígono Nuevo, hay una viejo taller mecánico que cambió de dueño hace tres años y pasó a llamarse Ayto. Originalmente estaba en las afueras de la ciudad, pero la evolución urbanística lo absorbió sin muchos miramientos; sin embargo, conserva ese aspecto periférico: una pequeña nave donde están la maquinas necesarias para hacer reparaciones y un recinto, rodeado de un endeble muro de ladrillo, donde se aparcan los vehículos en proceso de reparación. Su dueño, un emigrante serbio de nombre Miloje Jacov, ha sabido ganarse una buena reputación con su calidad y sus precios y no es raro ver coches de alta gama a la espera de ponerse en sus manos. Tiene contratos con las principales aseguradoras y también tiene acuerdos con marcas de automóviles.

Además de lo anterior, el taller de Jacov es conocido por sus transformaciones de lujo (o para gente de gustos caros). "Aquí no tuneamos coches" suele decir con su inconfundible acento de la Europa del Este y lleva razón. Sus transformaciones suelen ser más sutiles: blindaje en maleteros o en ruedas, refuerzo en sistemas de amortiguación, aumento de la potencia del motor, sistema wifi para conexión de equipos electrónicos, cargadores de móviles en la guantera. Y cosas más de lujo, como sistemas de sonido, neveras y, en una ocasión, un baño de hidromasaje.

En el taller trabajan tres personas: Jaime y Jorge, hermanos gemelos, bastante jóvenes, pero muy trabajadores. Miloje los acogió tras la guerra y vinieron con él a Cunia cuando decidió emigrar. Siendo bosnios, su destino en Serbia no hubiera sido muy halagüeño sin la intervención de Miloje; él supo descubrir el potencial que llevaban dentro y los tiene trabajando casi de sol a sol, pero ganan bastante dinero (y, entre otras cosas, ambos tienen un Mercedes SLK regalo de Miloje). La tercera persona que trabaja en el taller es Andjela (todo el mundo la llama Ángela) que es la hija de Miloje y la responsable de llevar todo el tema administrativo, contable y legal de la empresa. Se matriculó en Derecho por la Universidad de Cunia hace dos años.

Mercedes SLK

Lo que la realidad esconde

Como el lector ya habrá adivinado, en Ayto puedes conseguir algunas modificaciones para tu vehículo que no son del todo legales: sistema de "limpieza" de matrículas (cambia los números de matrícula rápidamente), sistemas de detección de radar (que a diferencia de los comerciales, detecta e interfiere la señal recibida con eficacia militar), amortiguadores de competición (que pueden poner el coche en dos ruedas, equilibrados especiales (para permitir que el coche salte) y cosas similares. La verdad es que Miloje es bastante imaginativo en cuanto a los "artilugios" que es capaz de meter en un coche.

Sin embargo, el verdadero negocio de Miloje no es el taller y los hermanos gemelos no son dos, sino tres (al tercero le llaman Juan; ninguno de los tres nombres es el auténtico). Los hermanos son los conductores de Miloje y su negocio consiste en transportar cosas, la que sea, de un punto a otro (de dónde sea a dónde sea). Pueden transportar desde personas a documentos, pero la máxima de Miloje es que la mercancía siempre llega en perfecto estado y sin ningún tipo de pregunta.

Sus contratantes son, principalmente, gente de las mafias organizadas de la ciudad, pero también da servicio al gobierno, al ayuntamiento, policía, sistema judicial. Nadie le contrata para transportar grandes mercancías (de droga o de armas) porque el precio es muy elevado. Su negocio está orientado a objetos especiales: obras de arte, testigos de juicios, familiares de criminales venidos a menos y que hay que llevar a otra ciudad, documentos comprometedores, etc. Hasta la fecha, todos los clientes han quedado satisfechos del servicio.

La ventaja de Miloje dentro de Cunia es que todo el mundo sabe cual es su negocio, todo el mundo lo usa y nadie le busca problemas por si en el futuro necesita de sus servicios, pero fuera de la ciudad, el mundo es como una selva. Los tres hermanos son asesinos muy bien entrenados ya que, en ocasiones, han tenido que defender el cargamento de gente que quería apropiárselo. La misión siempre la realizan uno de los tres hermanos y los otros dos suelen hacerse notar en algún lugar para servir de coartada. En una ocasión, un celoso inspector de policía de Barcelona viajó a Cunia para detener a uno de los hermanos, decía tener una foto borrosa que le incriminaba en un acto violento en un apartamento en la Diagonal. Tuvo que dejarle libre porque en el momento de la supuesta foto sus dos hermanos estaban en un acto de recogida de fondos de la campaña electoral del alcalde de Cunia (incluso tenían una foto con él).

Como habrás adivinado, hay tres mercedes SLK y cualquier parecido de esos coches con los que salen de fábrica es pura coincidencia. Se cree que llevan de todo menos armas (y esto último no es muy seguro).

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