Número: 233.     4ª época.     Año XXI     ISSN: 1989-6289

233 > Redacción > Editorial > Editorial. Por: Juan Carlos Herreros Lucas

 

Editorial

Hace unos días nos enteramos que la Noche Insomne de Zaragoza había sido suspendida y seguramente sabréis que en estos momentos deberíamos estar de los nervios por todo lo que nos faltaría hacer para poder asistir a las Ludo Ergo Sum. Son solo dos ejemplos y no hay que generalizar ni tocar las campanas de peligro. Lo peor es que hemos perdido una oportunidad de reencontrarnos con viejos conocidos con los que solo coincidimos en estos eventos. Echamos de menos a esa gente.

Hay que firmar más. Imagen CC0. Dominio Público - https://pxhere.com/es/photo/854908.

Esto de las suspensiones ha ocurrido antes y, casi siempre (como en estos casos) ha habido un responsable político detrás de las causas de la suspensión. Somos una afición débil, poco numerosa y, a pesar del ruido que hacemos, no ejercemos ningún tipo de presión. Es difícil que esto cambie. Somos una masa crítica pequeña que crece lentamente y, a veces, cuando lo hace se subdivide en clanes más pequeños. Sí, una afición que se basa en socializar con los demás en mundos imaginarios, se encierra en burbujas en el mundo real.

Por otro lado, tengo la percepción de que eso de que somos pocos no hace ir, en ocasiones, con la cabeza baja cuando hablamos con la administración y que nos conformamos con lo que nos den. No lo digo ni por las LES ni por la Noche Insomne, sino por mi experiencia personal. A veces nos conformamos con lo que nos den porque es lo que nos dan. Y quizás deberíamos empezar a pedir compromisos por escrito, incluso contratos, y que si cambia el político de turno, no pueda cambiar el acuerdo. Eso de negociar año a año para que te dejen el polideportivo quizás haya que cambiarlo por acuerdos marco para varios años. Somos una actividad cultural que llenamos salas con un ocio la mar de saludable; ¿qué menos que una garantía de que nuestro trabajo valdrá para varios años?

#yojuegoarol