Llego hasta aquí



 Exo
 Ayudas
    Afición (82)
    Ambientación (332)
    Reglas (231)
    Equipo (273)
    Sucesos (247)
      Tramas
    Aventuras (176)
    Preg./Resp.
 Por autor
 Productos
 Enlaces
 





Licencia Creative Commons para el texto de la web (quedan excluidas de la licencia CC las ilustraciones)


viernes, 29 de marzo de 2024


 

COORDENADAS ESPACIALES

En muchas ocasiones, hemos podido escuchar (o leer) a un tripulante de la cabina de mando de una nave espacial dar a otro una dirección en un formato matemático. Una ininteligible riada de números que, sin embargo, no hacen que la cara del receptor de los mismos muestre un ápice de incredulidad. Esto también pasa en Exo y los capitanes de naves espaciales reciben esa misma información y ponen cara de haberla comprendido, he aquí el por qué.

El reloj de la nave

Lo primero que aprende un piloto espacial es a hacer referencia de los objetos que le rodean en función de su nave. Es una visión un poco egocéntrica del universo, pero es muy útil en situaciones de combate. Para ello, se superpone sobre el plano de la nave la esfera de un antiguo reloj analógico (ahora en desuso) como muestra la figura:

300

Cualquier objeto puede aproximarse su posición indicando dentro de qué campo horario está. Así, por ejemplo, "un enemigo a la 8" indica que hay una nave enemiga a la izquierda un poco adelantada de la nave que dio la información.

Además, se establecen tres tipos de posición:

  • Alto: el objeto está por encima del plano definido por la nave.
  • Medio: el objeto está aproximadamente en el plano definido por la nave.
  • Bajo: el objeto está por debajo del plano definido de la nave.

Así pues, una afirmación del tipo: "estoy a tus 4 alto" le estará indicando a la nave que tiene un compañero a su espalda a la derecha y por encima de él, seguramente su ala. Observa que la siguiente frase: "estás a mis 9 bajo" hubiera sido equivalente.

Naturalmente, esta forma de definir los objetos en el espacio es completamente imprecisa y aunque los pilotos la usan en los combates (menos de lo que parece), quienes más las usan son los artilleros y tripulantes de las grandes naves de combate. Su maniobrabilidad es menor y las posiciones relativas de los objetos cambian más lentamente. De hecho, las alas de combate de un portanaves suelen hacer referencia al reloj de posición del portanaves. Así, cuando el oficial del ala dice "enemigos a las 3 arriba", lo que realmente está diciendo es que hay unidades enemigas acercándose por la derecha (un poco hacia atrás) y encima del portanaves.

Añadido a esto, los pilotos de cazas con misión de escolta de alguna nave (sea del tipo que sea) también hacen referencia a los objetos en función del reloj de la nave que están protegiendo.

Sin embargo, a pesar de todos estos usos militares, el reloj de la nave no tiene precisión y no se puede gobernar una nave sin cierta precisión matemática. Es por ello que los navegantes usan los llamados:

Discos de la Nave

Es semejante, en explicación, al reloj, pero mucho más preciso. Los navegantes superponen un disco graduado con 100 grados, pero en dos planos perpendiculares, uno coincidente con el plano de la nave y otro perpendicular a este de forma que la intersección de ambos forma el eje de la nave.

300

Sobre cada uno de los discos se puede determinar una posición de –50 a 50º siendo el 0 la proa de la nave. Ángulos positivos hacia la derecha y hacia arriba y ángulos negativos hacia la izquierda y hacia abajo. Por ejemplo, una posición: "25 45" nos indicaría una dirección de 25º a la derecha y 45º hacia arriba. Dicho de otra forma, por estribor un poco por encima del plano de la nave. Si observas, la expresión es equivalente a "25 5", ya que tanto 5º como 45º expresan la misma altura sobre el plano de la nave. Por esta razón, es normal que la segunda coordenada de la posición nunca exceda de 25 o de –25.

La precisión de los ángulos puede ser cualquiera o, más exactamente, dependiendo de la calidad del equipo y el navegante. Para indicar la dirección de un salto subespacial, naturalmente, se debería ser más preciso, mientras que para indicar la posición de un planeta con un número entero de grados debería ser suficiente. En cualquier caso, en los saltos subespaciales, sobre todo si no hay tiempo para muchos cálculos, se da la dirección con números enteros. El caso es orientar la nave y empezar a acelerar. Las décimas o centésimas de grado de error se pueden solucionar mientras la nave acelera y, de hecho, así se hace en el procedimiento operativo estándar de salto de la R.F.P.

Hasta ahora hemos visto cómo se marcan las direcciones desde una nave, pero claro, este sistema no vale para marcar la posición de una nave en el espacio. Una cosa es saber la dirección a tomar y otra, muy distinta, es saber dónde estamos. Para ello se utiliza el:

Posicionamiento global

Estrictamente hablando, el posicionamiento global es el mismo sistema que el "disco de la nave". La única diferencia es que se establece un sistema de referencia fijo para todos los objetos y los datos se dan con más precisión. De hecho se trabaja con centésimas de grado.

Para marcar la posición de un objeto en el espacio son necesarios (a pesar de las enseñanzas de Stargate) tres datos. Dos de ellos los obtenemos gracias al disco de la nave (aunque ahora no estaría sobre una nave, ni se llama así sino disco global), el tercero se obtiene con la distancia al punto de referencia. Veamos cada uno de ellos por separado.

Como ya hemos dicho, el disco global consistiría en un disco como el de la nave que nos marcaría la dirección del objeto al sistema de referencia global. Para definir este sistema de referencia necesitamos tres datos:

  • Punto cero: el punto origen de todas las referencias. Por costumbre, el sistema de referencia se coloca en el centro de masas de la masa más grande (en volumen) del sistema. En general, esta masa más volumétrica será la estrella del sistema estelar, pero en los sistemas binarios haremos la referencia a la estrella de mayor tamaño, que no tiene porqué ser la de mayor masa. Por ejemplo, en los sistemas estelares dobles con enana blanca y una normal amarilla, el sistema de referencia estará en la estrella amarilla, aunque la enana blanca, seguramente, tendrá más masa. La razón de esto es que el sistema de referencia busca el objeto de mayor visibilidad. En los sistemas sin estrellas, el planetoide más grande hará las veces de sistema de referencia.

300

  • Plano de referencia: es el plano donde se coloca el disco de referencia y que se suele hacer coincidir con la rotación de la masa del punto cero. Es decir, un plano perpendicular al eje de rotación. En algunas ocasiones, este ecuador celeste coincide con la eclíptica del sistema (el plano de la órbita de los planetas o satélites del sistema), pero no siempre es así y, por tanto no debe confundirse uno con otro. En muchas cartas estelares se da el dato del ángulo entre la eclíptica y el ecuador celeste, con lo que pasar de un sistema con referencia en el ecuador celeste a otro con referencia en la eclíptica es muy sencillo. Los sheller, por ejemplo, utilizan sistemas de navegación con referencia eclíptica y no ecuatorial. Es un dato que los navegantes deben tener en cuenta si van a manejarse con naves de ambas nacionalidades.

  • Línea cero: marca el inicio de las coordenadas radiales. A la derecha o arriba de ella, ángulos positivos; a la izquierda o abajo, negativos. La línea cero, como es lógico está contenida en el plano de referencia. En los sistemas civilizados, la línea cero se establece con la boya de navegación. Ella marca la dirección 0 del sistema. En muchos casos, la boya de navegación del sistema está en la eclíptica del sistema y no en el ecuador celeste (ya sea porque está en un planeta u en órbita respecto a él). En estos casos, la línea cero la marca la proyección de la posición de la boya sobre el plano ecuatorial.

300

Sabiendo el ángulo que forma la proyección de la nave con la línea de referencia en el plano ecuatorial tendremos uno de los datos de la posición de la nave o deriva. Sabiendo el ángulo que forma el vector de posición de la nave con el plano de referencia, tendremos otro de los datos de la posición de la nave o alzado. Finalmente, sabiendo la distancia en años luz entre el Punto Cero o Eje y la nave obtendremos otro valor de la posición o distancia. Las posiciones de las naves se expresan de la siguiente manera: distancia : deriva : alzado. Así una nave: 1,4 : 25,3 : 2, estaría a 1,4 años luz de la estrella (en su borde exterior aproximadamente), acercándose por la derecha del sistema muy cerca del plano ecuatorial.

¿Y esto cómo se calcula?

Naturalmente, obtener los datos de posición dentro de un sistema sería una tarea ardua si los navegantes no contaran con la ayuda de la boya de navegación, las cuales, acusadas en repetidas ocasiones de ser un sistema de control y espionaje de la navegación (lo cual es cierto), son también un sistema de ayuda a la navegación.

Cuando una nave entra en un sistema estelar, su navegante tiene dos objetivos inmediatos: localizar el objeto de mayor volumen y localizar la boya espacial. La boya espacial emite, continuamente, una serie de datos que son fundamentales para la calcular la posición. En realidad son dos los datos, la hora Compler oficial y su posición global en el sistema.

Con el primer dato, el navegante calcula la distancia a la boya. La hora por él recibida llevará un retraso respecto a la hora oficial y ese retraso (en tiempo) multiplicado por la velocidad de la luz (la velocidad de la emisión de datos) dará la distancia. Además, gracias a la telemetría de la nave, podrá ubicar la dirección de la emisión (el punto de mayor recepción) que coincidirá con la dirección de la boya. Naturalmente, si estuviera en medio de un campo de asteroides, inmerso en una nube de hidrógeno o cualquier otro fenómeno anómalo, estos datos no serían fiables.

Con los datos obtenidos con la hora y con la posición en ese momento de la boya es fácil (una simple triangulación), calcular la posición de la nave.

¿Y qué ocurre cuando no hay boya espacial? Entonces, se puede recibir una comunicación del astropuerto local (se procedería como si se hubiesen recibido de una boya). En el peor de los casos (invasión alienígena y cosas parecidas), una nave podría determinar su posición global siempre que conociera el origen de referencia (las cartas estelares pueden indicarlo con cierta aproximación) y tras hacer tres lecturas (tres tiradas de navegación) en puntos separados del sistema. Mediría la dirección respecto al sol en cada uno de los puntos y conociendo la distancia entre las tres mediciones podría calcular su posición (Nota: los tres puntos de medición no pueden estar en línea recta).

Naturalmente, no se espera que los PJ ni los DJ se entretengan en estos cálculos. Se debe entender que calcular esto es automático para cualquier navegante con un mínimo de experiencia. Se debería solicitar una tirada de acción si se deben hacer los cálculos en situaciones de emergencia (bajo ataque enemigo, vamos), pero, en ningún caso, se deben realizar los cálculos, la tirada de navegación es la que le permite al personaje hacerlos. Hemos comentado el procedimiento para los DJ. Seguro que alguna idea pueden sacar para dificultar un poco la vida de sus navegantes.

 

 

Diario Sombra:

Subscríbete en Feedly

Redes Sociales:



Grupos de jugadores:




Cita

«Solo necesito unos centenares de muertos que hacer valer en la mesa de la paz.»

Mussolinni