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jueves, 28 de marzo de 2024


 

Un año de una palma de una columna de la estela del gato de agua

Runas del sabio

Como saben los cuervos de Taga...

El fin de los Cortaorejas

Tras varias jornadas sin acceso a la caza o a la recolección, los habitantes de la tribu de los Cortaorejas han llegado al final de sus fuerzas. Todos los intentos de romper el cerco fueron detenidos por las tribus vecinas y el ataque final sólo era cuestión de tiempo. Se decidió que los guerreros de la perdida tribu de los Helechos encabezarían el asalto final, pero cuando llegaron al asentamiento, descubrieron que sus enemigos se habían quitado la vida; las madres habían cortado el cuello a sus hijos, los varones a las hembras y, finalmente, estos se habían ensartado con sus propias lanzas. El acto final de los Cortaorejas, no exento de valentía, ha quedado marcado en los asaltantes quienes han decidido erigir un túmulo de gran tamaño para recordar la batalla.


Maralo vence en los tres combates

Maralo, el picapedrero de Aguaclara cuyo hijo murió en la expedición de paz enviada por Ursus, se ha enfrentado y vencido a los tres desterrados. En la puerta del grakin los esperó con un sencillo taparrabos y su maza de piedra que pocos pueden alzar. Bajo la supervisión del propio Ursus, los desterrados fueron abandonando el grakin desnudos, pero armados. El primero en enfrentarse a Maralo fue un de los guías de la expedición. Le amagó un par de golpes con una lanza de punta reforzada al fuego y luego intentó huir. Maralo le dio alcance tras una mano de manos de pasos y su maza le destrozo la cadera sin llegar a detenerse. Ya en el suelo, acabo con su vida aplastando la cabeza.

El segundo fue el fabricante de armas de brundio que blandía una pequeña espada de su material. Sin embargo, cuando Maralo se acercó, se arrodilló y suplicó por su vida. Este, sordo a sus palabras, le partió el cuello de un golpe seco. El tercero, el otro guía de la expedición, iba armado con un garrote y se enfrentó a Maralo con gran determinación y un poco de juego sucio (arrojando arena a los ojos de su rival). Sin embargo, el picapedrero parecía inmune a los golpes. Tres garrotazos aguantó sin un quejido y el cuarto lo atrapó aprisionándolo entre su poderoso brazo izquierdo y su cuerpo. A Maralo le bastó un golpe para que la sangre de la cabeza de su rival le cegara y un segundo, esgrimido con las dos manos, para acabar con su vida.

Ursus comentó, tras ver el combate, que el grakin se beneficiaría si Maralo engendraba muchos hijos antes de la próxima druma.


Masacre dwandir

Los comerciantes que se han aventurado por el territorio de los dwandir narran historias de decenas de cadáveres en el margen de los bosques. Muchos habían muerto debido a las flechas, pero otros debido al corte de armas de filo. Muchos temen que sea un nuevo episodio de la guerra entre las diferentes tribus de dwandir y que eso volviera a cerrar el comercio por la zona. Por si acaso, algunos grakines del norte han empezado a hacer acopios de mercancías del sur. El camino puede ser peligroso pero es una buena oportunidad para los más valientes.


El veneno amarillo vuelve a cabalgar en el río Darnar

Nuevas nubes ponzoñosas se han visto en el río Darnar, aunque en esta ocasión, como la vida animal había huido del lugar, no se aprecian sus efectos, lo que, sin duda, la vuelve más peligrosa para los viajeros desinformados. Los comerciantes de la zona siguen recomendando viajar por las rutas del sur que tras lo ocurrido cuatro drumas atrás, se han vuelto seguras.


Todas las noticias comentadas por el Sabio del Desierto han sido grabadas en la estela y son para el juego Pangea. Los Guardianes de la Roca recorren los caminos y los grakines de esta tierra primigenia y le notifican los acontecimientos al viejo tallador. Todas ellas son fruto de las partidas realizadas por los jugadores de Pangea o por el equipo creativo de la propia editorial. El viejo chamán las cuenta en las noches en torno al hogar con la intención de dar puntos de apoyo a la continuación o al desarrollo de las partidas. Si quieres comunicarnos alguna noticia sucedida en tu mesa de juego, envíanos un mail.

 

 

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Cita

«A ver si el frío hace que caigan los más débiles y mejora esta mediocre raza italiana.»

Mussolinni