Casi todo el mundo conoce y acepta la leyenda de que Eriloe fue elevada a los cielos
de la mano de los dioses para evitar que sus habitantes perecieran en la eterna guerra
entre ellos. tres de cada cuatro habitantes de Eriloe te referirán esta historia si les
preguntas por el origen del mundo. Sin embargo, hay otras creencias, algunas muy
extrañas, que conforman las diferentes cosmogonias de Eriloe: Cosmogonia
del Tillium
Entre los enanos del interior de los Estados de la Montaña existe la creencia de que
el Tillium tiene unas raíces muy largas, tan finas que somos incapaces de verlas y tan
resistentes que somos incapaces de cortarlas, que se introducen en la tierra y en el
Abismo (nombre con el que llaman al Vacío) llegando hasta el fondo. Allí se enroscan
(como hacen algunas plantas acuáticas), apoyando y soportando el peso del mundo.
Para estos creyentes, el trillium no flota sino que es capaz de apoyarse en el fondo
del abismo y el sol que aparece todos los días en el cielo son restos de trillium que,
debido a la presión del peso, han acabado ardiendo y elevándose por encima del mundo. Y
las estrellas son los soles de los días anteriores que se alejan en el espacio.
Cosmogonia de las gárgolas
Para muchas gárgolas, el mundo no flota sino que está apoyado en la espalda de la
mítica gárgola Benzel, la madre de todas las gárgolas de cuyos huevos nació la raza.
Benzel soporta sobre sus espaldas el peso del mundo y lo transporta a lo largo del espacio
batiendo sus potentes alas.
Las gárgolas dicen que la permanente bruma que se ve en el el fondo del Vacío es en
realidad el humo que la constante fricción del espacio levanta al herir la piel de
Benzel. El sol es una antorcha que Benzel lanza por encima de su espalda para dar luz a
sus criaturas. Las estrellas son otras gárgolas que arrastran sus propios mundos y los
iluminan con sus propias antorchas.
Cosmogonia de los tres elementos
Según esta creencia, el mundo está hecho de tres elementos: tierra, fuego y aire.
Aunque en escala pequeña estos elementos se pueden mezclar para dar lugar a otros
elementos, en estado puro, los tres elementos permanecen inalterables. El sol sería el
elemento del fuego, el Vacío sería el del aire y los continentes el de la tierra. Como
no se pueden mezclar, permanecen confinados unos junto a otros. Los defensores de esta
creencia creen que esto explica por que el sol que se alza todos los días no se expande
por todo el cielo o por que los continente no se precipitan hacia abajo. para que pudiera
ocurrir ambas cosas, los elementos deberían poder mezclarse.
La especulación de los creyentes de esta cosmogonia llega al punto de creer que Eriloe
es así por que el elemento Aire es muy numeroso, pero que si el elemento Fuego o Tierra
fuera el más numeroso eso daría lugar a universos completamente distintos. Hay mucha
literatura fantástica en torno a estas posibilidades: ¡mundos con un 75% de agua! o
¡mundos esféricos! Fantasías especulativas.
Cosmogonia de la Caída
En realidad no flotamos sino que caemos en una caída eterna hacia el final de un
abismo sin fondo. La razón de que no nos demos cuenta es que todos caemos a la misma
velocidad y a todos nos parece no hacerlo. La única excepción a esto es el Tillium que
no cae a la misma velocidad que los demás y que puede variar su velocidad de caída a
voluntad, aparentando que flota.
Para estos creyentes el sol son fragmentos incandescentes de otros mundos más
pequeños que nos vamos cruzando en nuestra caída. Incluso han llegado a calcular que si
seguimos cayendo sin ver el final, el mundo acabará destruido en poco más de 1000 años
debido a los fragmentos que inevitablemente se pierden por el rozamiento (algunos de los
cuales confundimos con el sol).
Esta teoría da una explicación satisfactoria a un fenómeno de reciente
descubrimiento: la deriva de los continentes). Al parecer, la distancia entre las islas,
según los marineros, ha ido variando con el tiempo y os continentes, en general, se
están separando.
Cosmogonia herética
Casi nadie cree en esta teoría y si alguien lo hace, tiene el sentido común de no
decirlo. Según esta concepción del universo, los tres continentes de Eriloe en realidad
giran uno sobre el otro muy deprisa como si estuvieran en la superficie de un pelota de
trapo y la bruma que vemos en el fondo del Vacío es, en realidad, producto de la enorme
presión y de la permanente combustión de su interior. Los planetas no se caen al centro
de esa supuesta esfera debido a que la caída está compensada con el giro que realizan.
El sol es más grande que Eriloe y, en realidad, no gira alrededor del mundo sino que
es éste el que da vueltas haciendo creer a la gente que aparece y desaparece todos los
días. El sol está formado por los mismos materiales que la bruma central de Eriloe, pero
al ser más grande, no sólo brilla sino que arde.
El resplandor nocturno del Vacío se debe a que el sol ilumina el mundo desde el otro
lado y oculta parcialmente la visión de las estrellas.
Respecto a esta última creencia, muchos creen que es una broma irrespetuosa. Cuidado
con ir contándola por ahí.
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