La vida del aventurero es, cuando menos, difícil e incierta. Uno nunca sabe cuando y
donde le sorprenderá la noche, si en la relativa seguridad de una cómoda posada o en
medio de un bosque oscuro y hostil. Además esta el añadido de que los hombres de fortuna
suelen viajar en grupos poco numerosos, en los que establecer un turno de guardias resulta
cuando menos complejo ya que con frecuencia supone arrebatar horas de preciado sueño a
viajeros que deben estar siempre en movimiento. Afortunadamente para estas gentes esta el
chivato saltador. La historia del chivato saltador se remonta al antiguo reino de Ulad,
en las profundidades de las cavernas enanas. Cuando, tras sus enfrentamientos con el
Estado de los Altos Elfos, los enanos decidieron expandirse hacia los insondables abismos
de la infraoscuridad, una gran cantidad de túneles y pasadizos se abrieron para explotar
las riquezas del subsuelo. Sin embargo este mundo sin luz tenía sus propios habitantes,
que no veían con buenos ojos la invasión de su territorio. La gran cantidad de túneles
a controlar hacia prácticamente imposible apostar un centinela o colocar una puerta
vigilada en cada uno de los posibles accesos a los dominios de los enanos. La situación
parecía insostenible.
No obstante quiso la fortuna que por aquel entonces Bjolnir Talondehierro decidiese
darse un descanso en su incansable vida de soldado de fortuna y volver a su hogar para
echar una mano a sus congéneres en su pugna por encontrar el espacio vital que
necesitaban. Bjolnir era un avispado guerrero, bastante alejado del prototipo de enano
reservado, gruñón y bebedor compulsivo de cerveza. Se hacia acompañar de un grupo de
aventureros de los cuales uno, Bilfor 'Dedosrojos', se decidió a acompañarlo en su viaje
de retorno al hogar. Juntos se dieron cuenta de las necesidades de guardias de los enanos
e idearon un ingenioso dispositivo que, combinando la más sutil alquimia y la forja de
precisión, se volvería ampliamente conocido con el nombre de chivato saltador.
El chivato es un preciso dispositivo que aloja en su interior una pequeña carga de
mercurio alquímicamente tratado. Este líquido se aloja en un pequeño vial de cristal.
El mercurio es muy sensible a las vibraciones, y cuando detecta las pisadas de una
criatura cercana comienza a burbujear, desbordándose del vial y reaccionando con unas
sales que, alojadas en un receptáculo situado bajo el vial, conforman una estructura que
sujeta un resorte. Cuando el mercurio y las sales entran en contacto, estas se disuelven,
liberando el resorte que actúa sobre el cuerpo del dispositivo liberando unos pequeños
muelles que empujan unos cilindros que impulsan el conjunto del ingenio en una serie de
pequeños saltos. El resto del saltador esta constituido por una carcasa que aloja varias
piezas de metal que chocan entre ellas produciendo un considerable ruido. El resultado, un
bastardo saltador que, en cuanto 'oye' el mínimo ruido se pone a gritar como un niño
malcriado.
El chivato saltador tuvo una considerable aceptación entre los enanos de Ulad, de tal
suerte que Bjolnir y Bilfor consiguieron hacer una pequeña fortuna con su invento. Aun
hoy los enanos confían en los chivato saltarines para custodiar algunos de sus pasadizos.
Colocados uno tras otro un solo enano puede c ontrolar una considerable extensi ón de
pasadizos. Su utilidad en la intemperie es m ás limitada, ya que en el exterior es má s
normal que exista un cierto ruido ambiental. No obstante los diseñ os posteriores
incluyen un palpador de caucho que trasmite directamente las vibraciones del suelo al vial
de mercurio. De esta manera el chivato se hace má s sensible a las perturbaciones
provocadas por los objetos que tocan el suelo y menos al ruido ambiental, siendo por tanto
ideal para proteger un per ímetro de posibles enemigos que se acerquen por el suelo.
El uso de un chivato es muy sencillo. Primero se debe encontrar un lugar lo mas plano
posible para su ubicaci ón. Los mejores sitios son aquellos que presenten afloraciones de
piedra s ólida, ya que esta trasmite mejor las vibraciones del suelo. Luego, y antes de
su posicionado, se arma el resorte dá ndole cuerda. Una vez armado, se sit úa sobre la
superficie y se retira el seguro que mantiene cerrado el vial de mercurio. Pasados cinco o
seis segundos el vial esta completamente destapado y el chivato saltador listo para avisar
en cuanto alguien se acerque. Una vez disparado el chivato queda inservible, siendo má s
econó mico hacer uno nuevo que reparar el antiguo. Sin embargo el chivato no es infalible
y si una persona especialmente silenciosa o que no necesite desplazarse para llegar a el,
como sucede con un grupo de aventureros que este acampando en un lugar peligroso, consigue
colocar de nuevo el seguro el chivato saltador estar á listo para un nuevo uso.
Un chivato saltador vale unas 30 po, aunque en el reino de Ulad y alrededores es
bastante fácil de encontrar y se puede conseguir por 20 po. Para hacer un chivato
saltador hace faltan dos trabajos, en primer lugar hay que destilar y diseñar el vial de
mercurio y la sal que reacciona con el. Esto supone una prueba de Alquimia de CD 20. A
parte hay que hacer la carcasa con el resorte y los pies saltadores. Esto necesita de una
tirada de Arte relojero, forja o tecnología con CD 20. Una vez hechos ambas partes hay
que ensamblarlas, lo cual necesita una tirada de cualquiera de las habilidades implicadas
en su fabricació n de CD 10. Desactivar un chivato saltador requiere una tirada de
Inutilizar mecanismo con CD 20, que baja a 15 si el propietario tiene el seguro en su
poder y conoce el funcionamiento del chivato. En este ú ltimo caso también se puede
desactivar el ingenio con una simple prueba de Destreza. A efectos de detectar intrusos un
chivato tiene una habilidad de Escuchar de +15. La CD para escuchar un chivato saltador en
funcionamiento se reduce en un -5 debido al estruendo que produce. La dureza de un chivato
saltador es de 5 y tiene 3 pg. Su tamañ o es Diminuto, por lo que su CA es de 9 (10-5 por
su Destreza de 0+4 por su tamaño).
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