Cuando uno se compra una campaña para el dungeons and dragons siempre
surge la misma pregunta ¿cómo lo adapto yo a mi mundo de juego?. Esta
pregunta suele dar bastantes quebraderos de cabeza, así que intentaremos responderla con
un ejemplo concreto, el retorno al templo del mal elemental y Eriloe.
Esta campaña a simple vista parece imposible de adaptar a un mundo
donde la magia casi ha desaparecido. No obstante nada es imposible si se pone un poco de
imaginación y mucha voluntad. Partimos de la premisa de que ningún jugador ha jugado la
aventura original en Eriloe, ya que cuando salió publicada Eriloe aún no era conocido
por el gran público. La aventura transcurre en diversas localizaciones. Veamos como
adaptar cada una de ellas y como afecta esa adaptación a la historia del templo.
La villa de Hommlet
Hommlet es un pequeño pueblo que se puede ubicar en cualquier
reino de tipo feudal controlado principalmente por humanos. Sin embargo al estar cerca del
Templo Original debe estar forzosamente en una zona poco civilizada. Cuando la magia
desapareció de Eriloe se ocultó en los límites de la civilización y cualquier suceso
demasiado paranormal tiene que suceder forzosamente en esta zona. Buenos lugares para
ubicar Hommlet son la República de Ariak, El Reino Elegido, la República de Ahorat o el
Estado Isomor. De todas estas opciones escogeremos la República de Ariak, ya que es de la
que más información tenemos.
Según esta elección Hommlet se encontraría en las cercanías de la
ciudad de Sul, de hecho podría muy bien ser sustituida por esta. El fijar nuestro punto
de partida en esta zona nos obliga ha hacer ciertos cambios en la historia del Templo y,
por tanto, del culto a Tharizdun y el del resto de dioses demonios.
Hay que tener en cuenta que los cultos a los Falsos Dioses están
controlados y dirigidos por sus integrantes, no por las potencias a las que adoran o creen
adorar. Por tanto toda intervención directa de Tharizdun, Zuggtmoy, Loth o Iuz debe ser
eliminada y sustituida por los manejos de sus adoradores. Desde esta premisa el culto de
Tharizdun surgió hace unos 500 años, alimentado por los restos de los cultos a los
antiguos dioses de la destrucción y el caos. Desde su origen los Soñadores de la
Perdición han estado en vano intentando recuperar el culto de su dios y
traerlo de vuelta al mundo. Sin embargo la persecución del pueblo a todo lo
que huela a adoración a dioses les ha obligado a intentar absorber otros cultos afines,
como el de los degenerados adoradores de Zuggtmoy o los pocos drow que aún siguen
adorando a la oscuridad bajo la apariencia de Loth. El caso de Iuz es un tanto especial.
Para entroncar mejor con la historia de Eriloe este personaje podía ser sustituido por la
figura del Emperador. De esta forma, hace 20 años, cuando el Emperador comenzaba sus
campañas, fue abordado por un grupo de adoradores de Tharizdun y le convencieron para que
interviniese en la lejana República de Ariak con el objeto de apoyar a los
orcos que resistían en Pequeña Cima el avance del ejército republicano. La razón
oculta de los Soñadores era que, semioculta en las faldas de Pequeña Cima, se encontraba
un antiguo templo a un dios olvidado que ellos habían asociado a Tharizdun. Fue así como
el Emperador envió apoyos a estos orcos para que construyesen la Barbacana del Foso,
mientras que los Soñadores construían el Templo. Cuando el Emperador se dio cuenta de
las verdaderas intenciones de sus aliados, retiró su apoyo, no sin antes infiltrar
espías en la organización de Tharizdun, y dejó a los fieles al Mal Elemental solos ante
los ejércitos de Ariak. La Barbacana fue demolida y el templo abandonado. Los agentes del
Emperador vigilaron que el trabajo fuese concienzudamente realizado.
Años más tarde, con el Emperador ya desaparecido, los Soñadores
hicieron otra intentona. Esta vez los Seguidores del Emperador simplemente se dedicaron a
descubrir el problema a las fuerzas locales, que se ocuparon del problema.
En la época actual la influencia de los Seguidores del Emperador ha
ido disminuyendo y solo tienen un agente en Hommlet, Telena, la cocinera.
Respecto al resto de personalidades del Hommlet habría que eliminar
uno de los tres templos, ya que la religión no tiene mucho predicamento entre los
eriloitas. Desparecería así el templo de Ehlonna, y los templos de Pelor y de S.
Cuthbert pasarían a ser de los Padres Fundadores y de los Héroes, respectivamente. Todo
el personal de estos templos, a excepción del Yether el agudo y la canonesa Y´dey,
tendrían la clase de Adepto en lugar de la de Clérigo. Por último el vendedor de
pergaminos, Zerosh Nubric, también desaparecería. Su negocio lo llevaría Spugnoir, el
alquimista vendedor de pociones, que se dedicaría cara al público a vender remedios de
hierbas y tisanas.
Por lo demás Hommlet puede seguir igual a como aparece en el libro,
incluyendo los espías del Ojo Elemental que viven en él.
La Barbacana del foso.
La barbacana del foso se puede jugar tal cual está. Sin embargo, habría que hace
un cambio de cierta importancia. Es raro ver un dragón tan cerca de la civilización, por
lo que si aún no ha sido despertado el nuevo Emperador, (y por tanto los dragones
llamados de vuelta a Eriloe) Utreshimon debería ser sustituido por otra criatura. Un
draco puede ser una buena elección.
Nulb y el templo abandonado.
En esta localización también hay pocos cambios que hacer.
Únicamente habría que modificar el personaje de Kella, la druida que vigila a los
grandes trasgos del templo. En lugar de druida debería ser exploradora con enemigo
predilecto trasgoides.
Rastor y el templo de la Consunción Total.
Con respecto a Rastor habría que añadir solo un par de apuntes.
Se encuentra muy lejos de la civilización y bastante dentro de territorio hostil. En este
caso es vital la relación que tienen con los orcos de las montañas para seguir
existiendo. El personaje de Rerrid Martillo-canción debería ser sustituido por un
semiorco Bárbaro5/Guerrero3. Se puede conservar el nombre. El resto de los personajes
pueden seguir igual.
Con respecto al templo de la consunción total solo un comentario. La
existencia del Stalagos es lo único que permite que el elemento agua tenga la suficiente
fuerza para poseer su propio templo. Tanto los kua-toa como Segundo son originarios de la
oscuras profundidades que el Stalagos ha horadado en el interior del Espinazo de la
Serpiente. Esa es la razón por la que el templo del agua es tan fuerte, a pesar de que
ese elemento sea tan escaso en Eriloe.
Con respecto a los personajes a estas alturas hay que tener especial
cuidado con los niveles de hechizo a los que tienen acceso. Todos los lanzadores de
conjuros que tenga capacidad de lanzar hechizos de nivel 6º o superior deben escoger la
dote Apertura de Velo. Solo los que posean niveles de Soñadores de la Perdición tendrán
acceso al Foco del Velo correspondiente, siendo los únicos capaces de lanzar conjuros de
alto nivel.
El templo renovado y el nodo de fuego
A estas alturas de la aventura el nivel mágico desplegado estará
ya fuera de los estándares normales para Eriloe, por lo que se puede usar todo lo
establecido en la campaña sin problemas. Tan solo recordar el sustituir una dote
cualquier por Apertura de Velo para todos aquellos lanzadores de conjuros con capacidad de
lanzar hechizos de nivel 6º. Todos tendrán sus Focos del Velo correspondientes.
Con estas indicaciones se debe poder jugar El Retorno al Templo del Mal Elemental en el
mundo de Eriloe sin que se produzcan errores de coherencia.
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