Permitidme que os hable hoy de los sucesos del 1270, unos sucesos que a los ciudadanos
de Ôs no les agrada recordar. En esa fecha, la orgullosa ciudad costera hincó la rodilla
ante el emperador Eric Samoeno de Osterreid, pero cómo fue posible y, sobre todo, por
qué. Para los que no tuvisteis la oportunidad de conocer la ciudad en esa época,
permitidme que os la describa. Ôs se alzaba en un enorme peñasco en medio del río. De
hecho, éste, se dividía en dos a sus pies, lo rodeaba y terminaba precipitándose al
Vacío. La ciudad, ahora, se extiende por ambas orillas del río, pero en aquella época
sólo estaba ocupada la parte central (ahora barrio antiguo) y estaba rodeada de una
excelente muralla en forma triangular que protegía no sólo los laterales del río, sino
el lateral que daba al vacío. Cualquier ataque por tierra era una locura. ¿Quién se iba
a arriesgar a cruzar el río por su desembocadura, bajo los ataques desde la muralla,
donde cualquier resbalón significaba ser arrastrado por la corriente e ir a la caída
eterna?
Además, el puerto de Os no difería mucho del actual: una caverna enorme con accesos
tallados desde la roca superior y con formidables defensas donde un barco podía ser
destruido a base de flechas incendiarias y piedras que se dejaban caer desde lo alto.
Cualquier flota de asalto quedaría aniquilada al tener que pasar de uno en uno por la
entrada de la caverna.
Si la defensa de Ôs era tan formidable (algunos dicen que de diseño enano), ¿por
qué decidió Eric atacarla? Es difícil saber la razón de las decisiones de un personaje
como Eric, pero, especulando, creo que la respuesta a la pregunta hay que buscarla en la
propia ciudad de Ôs. Ellos creían que la ciudad era inexpugnable y que ningún ejército
de Eriloe, por poderoso o voluminoso que fuera, podría doblegarles. Esta sensación de
seguridad les llevó a que en determinadas ocasiones primaran las decisiones económicas
sobre las decisiones de seguridad. Es decir, Eric estaba creando un imperio político de
enorme magnitud y Ôs empezaba a despuntar como el imperio económico que es hoy día. Los
comerciantes y armadores de Ôs no se preocuparon de alianzas políticas y en los
enfrentamientos de Eric sólo vieron una posibilidad económica. Es cierto que los barcos
de Ôs abastecieron a los ejércitos de Eric, pero no es menos cierto que, en muchas
ocasiones, abastecieron y comerciaron con los enemigos de Eric, incluso aquellos enemigos
que había puesto bajo asedio.
El verdadero problema es que la autoridad política no coincidía con la autoridad
económica y las grandes fortunas del comercio, sólo se guiaban por los beneficios que
este les reportaba. Abastecer a un ejército victorioso es rentable, pero los precios que
puedes cobrar a un ejército necesitado no son de este mundo. La neutralidad ante un
conflicto se entiende como no tomar partido ante ningún bando. La neutralidad de Ôs,
abasteciendo a ambos bandos, no fue muy bien entendida en Cargrum.
Seguramente, en la decisión de Eric también pesó el prestigio que la conquista de
Ôs, la inexpugnable, le daría. Cuando Eric decide conquistar Ôs, se toma bastante
tiempo en hacer los preparativos e, incluso, manda secretamente espías a la ciudad para
que hagan dibujos y esquemas de las defensas (algunos de los cuales están hoy expuestos
en el museo de la ciudad). El ataque a la ciudad de Ôs consistió en tres fases o
maniobras:
Las flotas militares de Eric dejaron de dar luz verde a los mercante de la ciudad de
Ôs. Es decir, la extensión del imperio de Eric era tan grande que ya no tenía necesidad
de realizar comercio exterior. Su comercio interior era tan grande y variado que la
presencia de Ôs no era necesaria. No hundió los barcos, simplemente los capturó y los
puso al servicio del imperio. Se calcula que más del 70% de la flota de Ôs no pudo
volver a su puerto tras esta fase del ataque. La verdadera consecuencia de ello es que la
economía de la ciudad empezó a resentirse (mucha gente emigró creyendo que el ataque
era inminente).
Parte de la flota de Eric se colocó en el estrecho de salida de la ciudad de Ôs.
Entrar en la ciudad hubiera sido un suicidio, pero con su presencia impidieron que los
barcos de Ôs pudieran salir (o entrar). Este asedio marítimo de la ciudad la cogió por
sorpresa y ahora, no sólo no podía comerciar, sino que empezaba a tener dificultades
para poder abastecerse. Su única ruta de abastecimiento era, ahora, a través de
Medioburgo. Un terreno mediano a quien la presencia de la ciudad nunca agradó y que no
tenían ningún motivo para enfrentarse a Eric permitiendo a las caravanas atravesar el
territorio. Las grandes fortunas de Ôs descubrieron que no es bueno vivir en una ciudad
inexpugnable si no t dejan salir de ella. La ciudad movilizó a toda la población (e
impidió que saliera de la ciudad) y formó una milicia urbana para defenderse del ataque,
pero aún pasarían meses antes de que el ataque tuviera lugar, meses en los que la moral
ciudadana fue cayendo un poco más cada día y en el que la lealtad hacía los políticos
y los ricos comerciantes terminó casi por desaparecer.
La tercera fase del ataque fue el asalto en sí mismo. Un asalto frontal hubiera sido
una locura, así pues Eric utilizó dos estratagemas:
- Desembarcó a gente cerca de la ciudad y aprovechando los bosques cercanos construyeron
recias empalizadas. Más tarde esta misma gente se trasladó a las cercanías del río,
pero hacia levante, a salvo de los ataques desde la muralla, pero lo suficientemente cerca
de la bifurcación del río. Simultáneamente, dos terceras partes del ejército
desembarcaron y formaron en la orilla norte de la ciudad. Los ingenieros de Eric empezaron
a colocar las empalizadas en el río; la intención era muy clara: pensaban desviar el
curso del río para dejar el lecho norte seco o con muy poco cauce. Lo suficiente para que
el ejército pudiera asaltar la muralla sin problemas. Cuando los defensores de la ciudad
entendieron lo que Eric se proponía intentaron hacer varias salidas para destruir los
diques, pero el mismo agua que les defendía, hizo que sus ataques fueran una locura.
Cuando los defensores de la empalizaba los veían venir, sólo tenía que abrir las
compuertas y dejar que el río volviera a escapar con toda su violencia.
- La segunda estratagema fue cargar un barco ligero con aceite animal especialmente
preparado. Todo el barco estaba impregnado con esta grasa. El barco era ligero, pero muy
veloz y maniobrable. Una tripulación de voluntarios (NdL: sospecho que eran esclavos
a los que se prometió la libertad si sobrevivían) condujo el barco a toda velocidad
contra el puerto de Ôs. Normalmente, los barcos que entran en el puerto, lo hacen a base
de remo y recogen todas sus velas. El barco del asalto no lo hizo así sino que desplegó
todas sus velas para entrar a toda velocidad. Le lanzaron flechas, flechas incendiarias y
piedras. El barco se incendió, pero su velocidad era tal que llegó a entrar en el puerto
en llamas, soltando una pestilente y densa humareda negra. Pronto, otros barcos del puerto
estaban en llamas y toda la zona estaba cubierta de una espesa cobertura que impedía ver
cualquier movimiento en el Vacío.
El ataque por tierra, desviado el curso del río, y el ataque de la flota al puerto fue
simultaneo. Los ciudadanos de Ôs tuvieron que defenderse de los que les atacaban desde
fuera de las murallas y de la riada de marinos que aparecían por las escaleras que
venían desde el puerto. Pronto, la defensa fue fútil y en apenas 24 horas Eric capturó
la ciudad inexpugnable. Su gobernador y todo el consejo de mercantes fue capturado (NdL: y
ajusticiado).
Era el 1270, la fecha más vergonzosa para la ciudad...
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