Me han pedido que os cuente la vida de Jion Mater, pero confieso que no me hace mucha
gracia. Y no es que alguna vez, algo de lo que hizo, perjudicara mi existencia, pero tengo
la sensación de que este personaje está rodeado de un aire de misticismo que ha
encumbrado su figura a los altares (literalmente), pero que, en realidad, nunca se lo ha
merecido. Es cuando lees una novela de la que todo el mundo habla maravillas pero a ti no
te gusta. ¿Es posible que la hayas leído mal? Sí, pero también es posible que aquellos
que la alaban no lo hayan hecho. La vida de Jion Mater es eso, una mala novela de la que
todo el mundo habla bien.
Si hacemos caso a sus biógrafos oficiales, Jion Mater fue un humano que nació en
Cargrum que tuvo una extraordinaria longevidad. Estos biógrafos suelen olvidar que
Cargrum no era, en aquellos tiempos, una ciudad tan cosmopolita como es ahora y que es
bastante difícil que un humano naciera en una de sus casas. Yo tengo la teoría de que
Jion era un semielfo que camuflaba su fealdad diciendo que era humano. Esto explicaría,
sin recurrir a exotéricos descubrimientos en sus viajes, su larga vida (y si me permitís
el comentario racista, sus carencias).
En cualquier caso, Jion Mater llegó a Cargrum siendo niño y allí se crió bastante
cerca de la corte y de los cortesanos de Gor. Cuando Eric subió al poder, Jion Mater, que
había sido uno de sus compañeros de juegos de infancia, se encontró con que tenía
acceso al Emperador más poderoso de toda la historia de Eriloe, eso le permitió llevar a
cabo sus fantasías juveniles, que aún no había abandonado. Algunos dicen que lo que
impulsó a Mater a embarcarse en tantos viajes a lo largo del mundo fue su deseo de
conocimiento. Yo creo, si se me permite, que fue una completa falta de madurez mental que
le hacía imaginar los viajes como aventuras donde alcanzar la fama y la gloria, sonde
liberar a damiselas en apuras o encontrar misteriosos y ocultos tesoros. No sabía Mater,
y dudo que lo aprendiera, que las aventuras son 99% aburrimiento y un 1% sangre
(generalmente la propia).
La primera expedición de Jion Mater no fue, como dicen sus biógrafos, al río Niel,
sino al sur de Cargrum. Allí topó con los ahora conocidos como elfos thorianos (por el
nombre del bosque) o como ellos prefieren denominarse "elfos auténticos".
La verdad es que algunas fuentes otorgan a Jion Mater el descubrimiento de estos elfos,
pero hay bastantes pruebas documentales de que Cargrum conocía la existencia de sus
vecinos del sur mucho antes de la visita de Jion. Lo que probablemente sea cierto es que
la visita, más diplomática y menos exploradora, fuera el principio de la anexión de
éstas. En la actualidad son consideradas políticamente como una nación independiente de
Cargrum, pero no es menos cierto que en casi todas partes las consideran un protectorado.
Es decir, el mérito de Jion Mater, si es que participó en ello, fue unir el destino de
Cargrum y Thoriel anulando, o minusvalorando, la propia cultura e identidad de los
thorianos.
La segunda primera expedición de Jion Mater fue el intento de descubrir el nacimiento
del río Niel. En dicha expedición participaron más de 100 personas y todos los gastos
fueron sufragados por el propio Eric Samoeno de Osterreid. El objetivo de la expedición
era doble. Por un lado descubrir el nacimiento del río Niel (un misterioso río que
hacía muy fértiles las tierras que bañaba) y por otro lado descubrir que tierras había
más allá de la costa. Había una preocupación en este segundo objetivo. Si el río en
su desembocadura era tan fértil, ¿cómo sería en su nacimiento? Y si era tan fértil en
el interior, ¿por qué no se conocían naciones o pueblos que tuvieran su origen allí?
Posiblemente Eric temiera que algún enemigo poderoso estuviera agazapado tras los recodos
del río o posiblemente, la desbordante imaginación de Mater, había descrito esas
tierras como fuentes de inmensa riqueza. El mayor descubrimiento de esta expedición fue,
como recordará el lector asiduo, la localización del reino mediano de Caen y su
posterior invasión por el imperio samoénico. Así pues, esta segunda primera expedición
de Jion Mater terminó igual que su primera. Con la conquista y captura de más
territorios para el gloriosos imperio. Si alguien piensa que Mater no era un explorador
sino el jefe de las avanzadillas del ejército de Eric, nadie le culpará por ello.
La segunda expedición al río Niel se realizó unos cuantos años después. Esta vez
acompañaron a Mater 50 personas y remontaron el río en dos grandes barcazas impulsadas
por remos. El viaje fue fatigoso y bastante azaroso. Varios miembros de la expedición
murieron debido a unas extrañas fiebres y al agotamiento impuesto por remar
contracorriente continuamente. Finalmente, alcanzaron unas enormes cataratas donde el Niel
caía casi 500 metros de altura y se adivinaba el inicio de una especie de altiplanicie.
Cansados y sin medios para superar la catarata, Mater volvió a darse la vuelta.
Hubo una tercera expedición. En esta ocasión acompañaron a Mater 30 personas, en una
barcaza más grandes que las anteriores donde, además, llevaban lo necesarios para
superar las cataratas y continuar en canoas una vez alcanzado el altiplano. También, como
refuerzo, obtuvieron en caen varios animales de tiro que fueron los encargados de remontar
la barca por el río. Eso ayudó mucho a que cuando llegaran a la catarata sólo un hombre
hubiera perecido. Otros 5 murieron escalando y, finalmente, 15 emprendieron viaje en 3
piraguas. El resto se quedó abajo con la barcaza esperando el regreso. Tras cruzar el
lago que había en la parte superior y perder varias semanas intentando descubrir cual era
la continuación del río (varios ríos menores llegaban también al lago), siguieron su
camino. Mater estaba excitado por lo bien que iba el viaje y cometió la imprudencia de
avanzar de noche por un río desconocido. Una de las piraguas chocó contra algo,
probablemente un animal, y sus cinco ocupantes cayeron al agua. Ninguno fue encontrado y
tras dos días de búsqueda, Mater supuso que habían muerto y ordenó continuar. Sin
embargo, la moral de la expedición había decaído y a pesar de los continuos impulsos
que trataba de dar Mater su avance era lento y penoso. Un sexto hombre murió de puro
agotamiento y hasta el propio guía de la expedición tuvo que remar para evitar que una
de las piraguas retrasara a la otra.
Varios días después alcanzaron una bifurcación del río y justo en el centro había
una construcción enigmática. Era como una especie de templo, pero constaba solo de una
habitación diáfana rodeada por un muro de uno 3 metros de alto que a su vez estaba
rodeado por gruesas columnas. Éstas sujetaban un techo con los frentes en forma
triangular. En el interior de la sala, en la pared opuesta a la entrada, había un
bajorrelieve de una mujer alada que sostenía en sus manos una espada y un cetro e iba
vestida con una hermosa armadura. El suelo de cámara era un mapa del mundo de Eriloe con
sus tres continentes. (NdL: Sí, la descripción es muy detallada, pero ello es debido
a que estuve allí). En el centro de la sala, sobre un pedestal de arenisca, había
un cetro similar al que la figura portaba en el dibujo. Jion Mater se apoderó del cetro y
al hacerlo encontró la excusa perfecta para que la expedición retornara a casa. Los
hechos de este cetro y lo que provocó en el imperio podéis leerlos en "La caída de
Eric" en la sección de ayudas de Eriloe.
Aquí acaba la historia de las exploraciones de Jion Mater por la que tanto se le
aclama. Nunca descubrió el nacimiento de río Niel y sus resultados tuvieron siempre más
consecuencias militares que geográficas. Su figura se apaga poco a poco hasta desaparecer
de las crónicas y tras la muerte de Eric no se vuelve a saber de él hasta algunos,
muchos, años después.
Realmente es difícil decir si se trata del mismo Jion Mater. Si es humano, es casi
imposible, salvo que en algunos de sus viajes descubriera y no contara algún secreto.
Jion reaparece en Ôs cuando la amenaza del Emperador del norte era desconocida para la
mayoría de los eriolitas. Él mismo afirma que es una manifestación de Jion Mater muerto
y que sus palabras son una advertencia para las generaciones futuras. Mucha gente cree que
está loco ya que se acusa de haber despertado al Enemigo y de haberle puesto en el camino
de la destrucción de Eriloe. Sus mensajes son enigmáticos, proféticos y, a menudo,
incomprensibles. Esta época mística, que algunos han querido señalar como una segunda
venida del Mater al mundo, es muy enigmática. De repente aparecía en una plaza o en una
calle de la ciudad y empezaba a proclamar el fin del mundo y la llegada del Emperador. Sin
embargo, cuando los soldados de Utay Shim intentaban prenderle, desaparecía entre la
multitud. No me consta que fuera el verdadero Jion Mater, pero sí es cierto que sus
profecías y sus incoherentes arengas se hicieron tristemente realidad y eso le llevó a
alcanzar la fama de profeta y salvador del mundo que ahora tiene y le elevó a los altares
de media Eriloe.
Cuando el peligro del Emperador fue más intenso y la traición de Utay Shim más
evidente, Jion Mater desapareció para siempre. Hay quien dice que, finalmente fue
capturado y hay quien dice que su mensaje ya había sido escuchado. Sus creyentes, en el
mundo, creen que Jion Mater volverá a aparecer para avisarles si algún enemigo aparece
de nuevo. Lo que, como podrán imaginar, ha llenado Eriloe de falsos profetas que acusan a
vecinos o a desconocidos de ser los futuros emperadores que van a acabar con el mundo. |