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DIARIO DE JION MATER

REINO DE WIDANA
(PARTE I)

Capital: Alme
Población: 56.234 (50% humanos, 20% enanos, 15% medianos, 10% elfos, 5% resto)
Gobierno: Monarquía feudal
Religiones: Los Pasos de Êlun, un culto local
Importaciones: Industria maderera, metales
Exportaciones: Productos manufacturados y algo de agricultura.

El Reino de Widana es una nación que está buscando sus sitio. Demasiado vieja para ser una nueva potencia en ascenso y demasiado joven para considerarse una gloria de tiempos pasados Widana ha estado viviendo siempre a la sombra de su mayor enemigo y a un tiempo ‘tierra madre’, el Reino de Corus

Vida y sociedad

Widana es una sociedad feudal en el más amplio de los sentidos. Siguiendo la estructura imperante en Corus, que a su vez está tomada del Antiguo Reino, el reino primordial humano, un rey es propietario de todas las tierras. Bajo su dominio directo existen una serie de nobles que administran la tierra y le deben vasallaje. Esta clase noble es hereditaria, remontándose sus derechos desde la época de la fundación de la nación, allá por el 1102. A parte de la mayoría poblacional dedicada a la tierra, existe también una importante comunidad de artesanos, fruto de los contactos con la vecina Gran Federación y del siempre favorable comercio con los elfos de Shad Irm, considerados casi siempre como amistosos. Sin embargo el país se encuentra en un estado de ley marcial constante. El temor de que Corus algún día frene su decadencia y vuelva a reclamar lo que es suyo, unido a los belicosos clanes enanos de los Estados Montaraces y la inquietud de que algún día aparezca un nuevo Irm que una los clanes elfos hace que en Widana nadie piense en bajar la guardia. Rodeados completamente por potenciales enemigos esta sociedad es sumamente desconfiada. Cualquier extraño que ande por los caminos sin una buena razón es sospechoso de espionaje. Únicamente los habitantes de Philrum y de Arefad son tratados con cortesía, al ser unos aliados a toda prueba contra Corus.

No obstante Widana está empezando a quitarse de encima el complejo de inferioridad frente a Corus, en parte gracias a la excelente labor propagandista de los Pasos de Êlun, los seguidores del fundador del reino. El tan cacareado hecho de que Êlun descendía de la dinastía original de Corus les hace ver a los widanos que al menos tienen un derecho ‘cultural’ sobre el devenir del gran reino vecino. No pocos nobles reclaman iniciar una campaña de conquista sobre la frontera sur de Corus y así conquistar la mayor cantidad de territorio posible para ‘devolvérselo’ a la dinastía original. En Corus se ríen de esta idea y si la cosa no ha llegado ya a las manos es por la existencia de Shad Irm. A buen seguro los elfos no verían con buenos ojos que dos ejércitos cruzasen sus tierras para batallar en ellas.

Mientras tanto los widanos se tienen que conformar con desfogar sus ansias guerreras contra sus vecinos de la Gran Federación o reclutarse como mercenarios para Arefad, Philrum o algún otro enemigo de Corus. La carrera militar está muy bien vista en este reino y no solo los nobles sino también los plebeyos deciden tomar las armas y partir en búsqueda de fortuna. Esto tiene como lógica consecuencia el que deambulen de aquí a allá grupos fuertemente armados a los que resulta difícil clasificar como hombres de armas, mercenarios o simplemente bandidos. No obstante el pueblo llano tiene prohibido el portar armas a no ser que estén en compañía de un noble que así lo autorice. Esta salvedad ha ocasionado no pocos enfrentamientos entre nobles que deseaban atravesar el territorio de pequeños barones con una escolta demasiado nutrida. Normalmente el sistema feudal evita los combates entre nobles, pero en Widana hay demasiados hombres con armas y con ganas de usarlas.

De todas las familias nobles la de Êlun es la más importante. Esta familia ha reinado Widana desde su fundación sin la menor brecha de poder. Le siguen en importancia las casas de Alte, Crasis, Malen y Kyrên, descendientes del grupo de fieles que protegían a Êlun cuando este se exilió de Corus para fundar la ciudad de Amle lejos de sus enemigos políticos. Estas familias son las que administran la tierra de Widana, aunque la ciudad de Amle está bajo el vasallaje directo del rey, así como algunos bosques y haciendas reales dispersas por aquí y allá. Estas familias suelen tener las consabidas tiranteces entre ellos, aunque en general el tener tantos enemigos hace que todos hagan causa común. Como dato curioso existe una ciudad estado independiente, Mirenarma, que paga sus diezmos al rey sin que el resto de nobles vean un solo vellón.

Organizaciones Principales

Casa Kyrên: De todas las casas de Widana esta merece especial atención. Si bien todas tienen un fuerte sentimiento guerrero la Casa Kyrên ha querido buscar otros medios de conseguir sus fines, cultivando las sutiles artes de la diplomacia, el intercambio de información y las relaciones extranjeras. Los de Kyrên se han esforzado por colocar miembros de su casa en las cortes más importantes de Eriloe. Tanto en Ös, como por supuesto en Philrum y Arefad, así como en Agrapûr en incluso en Osterreid hay una delegación de la casa Kyrên buscando aliados a la causa, aunque sea de forma ocasional. Su obsesión por conseguir contactos en todas partes los hace ser casi omnipresentes, confiando en los fuertes lazos de amistad que les unen con los de Malen para dejar en sus manos los asuntos locales que escapen a su control.

Los Pasos de Êlun: La Guerra de los Portales no hizo en Corus su trabajo todo lo bien que debiera. Cuando la Guerra estalló la Iglesia de Mokirus era muy fuerte en el país y pocos aldeanos se levantaron contra ella. Tuvieron que ser agentes externos los que finalmente acabasen con ellos, pero no pudieron evitar que casi inmediatamente el pueblo llano fundase la Iglesia de Corus, una organización que, si bien seguía como ideal al héroe que fundó el país, tenía muchos puntos en común con el antiguo culto divino. Durante décadas la Iglesia de Corus interfirió en la vida de los corusanos como ningún otro culto a los héroes se hubiese atrevido tras la Guerra de los Portales. Cuando Êlun fundó Widana quiso independizarse también de este yugo y alentó el cisma que dio lugar a los Pasos de Êlun. Este culto reverencia a la casa original de Corus, descendientes del héroe del mismo nombre que dio nombre al reino. Según los estudiosos de los Pasos, Corus pertenecía a una tribu bárbara llamada Abrian, de la cual Êlun era directo descendiente. Desmarcándose así de la Iglesia de Corus, que se centraba únicamente en la figura del fundador, los Pasos de Êlun veneran el camino de sangre (o ‘pasos’) que llevó a la tribu Abrian desde Corus a Êlun.

Los Pasos de Êlun, sin ser tan intervencionistas como sus ‘colegas’ los eclesiásticos de Corus, si que tienen un papel de peso en la vida de Widana. Su labor más importante es garantizar que el actual rey es heredero legítimo de sangre de los Abrian, y que por tanto sigue los pasos marcados por Êlun. Esta pequeña tarea les da un poder enorme, ya que en última instancia el poder del rey debe ser validado por ellos. Afortunadamente para Widana los Pasos (nombre por el que se conoce a los jerarcas del culto) se han entendido siempre muy bien con sus reyes.

La Compañía del Lobo: Esta compañía mercenaria tiene sus orígenes en la famosa Leva de Mirenarma del verano del 1506. Fue este año cuando Widana lanzó un ataque sorpresa contra los Estados Montaraces aprovechando el final de las campañas del Emperador. Hasta la fecha la ciudad estado de Mirenarma se había escudado en sus fueros para evitar las levas entre sus habitantes. Incluso durante la guerra con el Emperador y sus agentes supo mantenerse ‘neutral’. Sin embargo esta actitud fue muy discutida y un grupo de veteranos afincados en Mirenarma formaron una leva para acallar los rumores de traición. Se lanzaron contra los Estados Montaraces en una campaña gloriosa que no llevó a ninguna parte. Tras la escaramuza un pequeño grupo, embriagado por la sensación de camaradería, decidió seguir con la carrera de las armas y fundar la Compañía del Lobo. Desde esa fecha la compañía ha tenido tres comandantes, ha luchado en Arefad, Ôs, República de Reyes e Interiver. En la actualidad está partida en dos divisiones, una está contratada por Arefad y la otra va y viene por Widana contratándose como guardia personal de varios nobles. Esta formada íntegramente por ciudadanos de Mirenarma, que han jurado no volver a pisar su ciudad hasta que solo quede uno de ellos.

Sombras en la noche: Esta organización realmente no existe. El nombre se lo han dado los pocos magos y clérigos que han visto u oído cosas que ni siquiera la magia conocida puede explicar. De lo que si están seguros es de que hay algo que está haciendo averiguaciones de índole mágica en la zona comprendida entre Widana, Shad Irm, Corus y los Estados de la Montaña. Pequeños animales demasiado listos para ser simples familiares, sombras que se mueven de forma extraña cuando varios magos se reúnen, poderosas reliquias desaparecidas en las mismísimas manos de sus propietarios y demás sucesos sobrenaturales tienen en vilo al submundo mágico de esta zona. Poco a poco se ha extendido la creencia de que un grupo de sombras está detrás de estas extrañas actividades. Su objetivo no se tiene claro, pero la mayoría creen que pueden estar intentado localizar un viejo portal que aún quede por la zona. Curiosamente la actividad de este grupo comenzó a ser evidente poco antes de aparecer el Emperador y los lanzadores de conjuros saben que en el mundo oculto no existen las casualidades.

 

 
 

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