Este peculiar negocio cuniense se dedica al cobro de deudas pendientes de pago a cambio de un pequeño porcentaje de éstas (normalmente un 5%) con una tasa de éxito bastante elevada.
Fundado en 1995 por Federico Brasas, el negocio ha permanecido en funcionamiento de forma ininterrumpida desde entonces. Mucho se ha especulado sobre su fundador, los que le han investigado se han encontrado callejones sin salida, informaciones contradictorias, o directamente sus reputaciones hundidas. Varios puntos si parecen coincidir: en su juventud emigró a Cunia desde Extremadura, tuvo algunos contactos con grupos poco recomendables, y existen un par de fotos en las que sale junto a Don Víctor.
La empresa se especializa en morosos de dudoso pago a quienes somete a una dura persecución tanto física como a través de las redes sociales. La plantilla se compone de un equipo de psicólogos que hacen un análisis de su objetivo, donde determinan la mejor forma de presionarlo; un grupo de hackers especializados en ciberacoso; y un equipo de tierra que actúa sobre el terreno. Sigue leyendo