autor: Kennell
Marla Frader fue una desconocida filósofa cromter de finales del siglo 31. Sus principales estudios se publicaron en la RFP, pero esta, inmersa en una de las guerras más complicadas (contra los verrianos) los ignoró. De hecho, Marla Frader es una gran desconocida para el público en general y, en especial, para la RFP. Cientos de años después sus estudios se publicaron en la Unión del Pueblo Libre y fue allí donde causaron una importante influencia. Se dice, aunque no es cierto, que son la base de la filosofía de los eisil; estos tenían su sociedad formada mucho antes de la publicación de los escritos de Frader y lo único que hay son ciertas coincidencias (hay más contradicciones).
El pensador humano Xaralan Macumbra, editor de los escritos de Frader en la UPL, es también el creador de una corriente filosófica que se conoce como ComTag y que está basada casi en su totalidad en las ideas originales de los libros. Según estos, los principales problemas de la sociedad moderna son fruto de las necesidades autoimpuestas por los individuos, necesidades que nacen en la envidia, las mentiras publicitarias y el deseo de posesiones materiales. Los seguidores de la doctrina ComTag están en contra de la moda (o de los cambios provocados por las modas) y son fácil de identificar porque siempre llevan ropa pasada de fecha, con un estilo algo retro. Además, este desdén por la novedad, les lleva a utilizar modelos antiguos de productos que están en continua evolución: los dataópticos, los emtradre, las conexiones a la GWW e, incluso, la holovisión. No son fanáticos que desdeñan el progreso, sólo defienden que si lo que tienes te sirve para lo que quieres, ¿por qué cambiarlo?
El nombre de ComTag con el que se conoce a esta corriente de pensamiento es el nombre de la editorial que publicó los libros, pero esta, a su vez, tenía ese nombre por los equipo de conexión GWW utilizados en la empresa. La empresa Com Tag fue una de las empresas pioneras, hace cientos de años, en equipos de conexión a la GWW y poseer uno de estos equipos, para los seguidores de esta filosofía, es casi como una especie de santo grial que todos buscan (se sabe que algunos han pagado cifras astronómicas por un Comunicador TrAnsGaláctico aunque eso, precisamente, es una de las cosas más en contra a la ideología del movimiento).
Los ComTag son bastante numerosos en la UPL, pero se sabe que su ideología también existe en la Alianza Oeoniana, en el Imperio Tyrano y un poco en la RFP. Su número es lo suficientemente importante para que muchas empresas se esfuercen para que sus productos de Software sigan siendo compatibles con equipos de hace decenas de años. El resto de la sociedad, sin embargo, los ven (y los presentan) como personas que quieren llamar la atención anclándose a equipos del pasado: «retrosnob» los llaman.
El rechazo a los avances no se centra sólo en los equipos electrónicos sino que lo extienden a todas las cuestiones sociales: no cogerán transportes si pueden ir andando, no cambiarán un equipo si puede repararse (lo que hace que algunas naves ComTag sean auténticos museos espaciales), no comprarán ropa nueva mientras no se desgaste (sin posibilidad de remiendo), no van a la peluquería mientras el pelo no les cubra los ojos, no comprarán una novela mientras no hayan terminado de leer la última, etc.
El objetivo último de los ComTag es vivir sin necesidades y, de esa forma, desarrollarse plenamente como personas. Según su filosofía, si uno se libra del deseo de adquisición puede concentrarse en su desarrollo personal o interior. De hecho, los ComTag tienen fama de ser personas bastante cultivadas intelectualmente, aunque, como siempre, es más una leyenda urbana propiciada por los propios seguidores de esta ideología. Lo que sí es cierto es que dado que sus cachivaches electrónicos pasan con ellos más tiempo que con otras personas, suelen conocerlos con más detalle y son capaces de hacer con ellos cosas increíbles.